Paco Alcácer espera trasladar al Valencia la positividad mental recogida con la selección española, con la que ha recuperado su olfato goleador con un doblete. «Un delantero cuando no anota lo único que necesita es marcar un gol. Tuve la suerte de hacer dos con la selección y tengo muchas ganas de poder seguir ese ritmo en el Valencia y seguir marcando».

Con un entusiasmo contagioso se expresaba ayer el delantero de Torrent para recordar la «necesidad» que tiene el Valencia «de liberarse» de una vez por todas, recuperar la senda de resultados e instalarse en la normalidad ganadora que ya exhibió la pasada temporada.

«Tanto yo como todos los compañeros tenemos ganas de jugar un partido después de dos semanas de parón. Tenemos ganas de liberarnos y sobre todo de ganar partidos uno detrás de otro. El Valencia necesita esto. Necesitamos ganar como el beber», afirmó el atacante tras el entrenamiento matinal del equipo.

Alcácer hizo una decidida defensa de la calidad de la plantilla valencianista y recordó que no hace tanto tiempo el juego y los resultados acompañaban, con independencia de los sistemas de juego empleados: «El año pasado jugábamos igual e iba todo muy bien. Daba igual que fuera con el 4-3-3, 4-4-2 ó 3-5-2. Puede que no estemos tan acertados pero ganas e ilusión no nos faltan a los jugadores». Otro de los aspectos tratados en la rueda de prensa fue la poca eficacia anotadora de la plantilla en general y en particular de los delanteros. Alcácer se mostró convencido de que los goles volverán: «A lo mejor para un delantero sí me gustaría tener más ocasiones. Lo más importante es que las que lleguen hay que meterlas y ganar», aseguró. Alcácer admitió que los estilos de la selección y del Valencia son distintos, aunque igualmente válidos. «En la selección es un estilo de juego más por el centro y aquí por fuera, por bandas para finalizar jugadas. Al tener mecanizado el juego que quiere el entrenador hay que adaptarse».

Un entorno «impaciente»

Alcácer, por último, definió al público de Mestalla como «exigente e impaciente», aunque lo valoró como una actitud inconformista propia de los valencianos: «Mestalla siempre es igual. Exigente, impaciente. Es algo característico de los valencianos. Yo me considero muy impaciente. El público es impaciente porque quiere que lo hagamos bien y que ganemos».