Nuno apostó por el meta cuando tuvo que decidir entre él y Yoel, en El Molinón donde debutó fue clave con sus intervenciones. Para que su paso por la élite no fuera fugaz necesitaba tener continuidad a un nivel de exigencia elevado, y aunque frente al Zenit encajó tres goles, rápidamente mostró de nuevo su potencial sumando puntos para el equipo.

Solo lleva ocho partidos en la élite, seis de ellos en La Liga, pero en cinco ha logrado acabar el partido con el cerrojo echado a la portería. Y no ha sido una cuestión de que el rival apenas le presentó dificultades, más bien se multiplicó para cubrir los huecos en situaciones muy complicadas. Sporting, Betis, Granada, Málaga y Olympique de Lyon ya saben cuál es su nivel, pero sin tiempo para disfrutarlo, el cancerbero de Almenara se presenta mañana ante su tercer partido de Champions, una competición con la que soñaba algún día en ella, y de la que ahora disfruta. La apuesta de Nuno resultó ganadora.