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Análisis

El Valencia vence con demasiado sufrimiento

El equipo de Nuno fue más efectivo que otra cosa ante un Gent que casi da el susto

El Valencia vence con demasiado sufrimiento

El Valencia CF ganó. No podía hacer otra cosa. Porque era superior al Gent. Pero lo hizo con excesivo sufrimiento. Fue más efectivo que otra cosa. Porque si en la primera mitad evidenció su superioridad, en la segunda parte no lo pasó bien del todo y resolvió por calidad.

El primer gol llegó en una jugada colectiva. Parejo abrió muy bien hacia la banda, enviando un balón hacia delante a la posición de Cancelo. El defensa mete un centro envenenado, Alcacer arrastra a la defensa, y Feghouli que está en racha anotadora marca de espuela.

El gol llegó en el mejor momento del Valencia CF y en el mejor para el equipo. Porque marcar pronto permite manejar el encuentro con mayor tranquilidad, dominio y alejando la presión o la ansiedad. Eso es lo que sucedió. El conjunto de Nuno se hizo dueño y señor del partido. Lo controló con absoluta solvencia y superioridad. El rival apenas se dejaba ver. Tan sólo las buenas intervenciones de su guardameta mantenían al Gent en el partido, como si de un boxeador al que le hubieran dado un certero golpe en el rostro se tratara.

Pero el fútbol es complejo y grande. Inesperado. Cuando el Valencia CF controlaba el partido a su antojo, y parecía que el segundo gol iba a llegar en cualquier momento porque se llegaba con peligro al área rival, llegó el tanto del Gent. El empate, injusto a todas luces porque el conjunto belga apenas había inquietado la portería de Jaume, fue un jarro de agua fría para los valencianistas. Fue un error en el intento de despeje de Santi Mina, que hasta ese momento estaba cumpliendo en ataque, lo que permitió el gol del Gent.

Al descanso se llegó con igualdad en el marcador, en lo numérico, pero la verdad es que sólo hubo un equipo en el campo y ese fue el Valencia CF. La sensación que dio el conjunto de Nuno fue muy buena en cuanto a la imagen que pero en lo numérico el empate no podía dejar contento al equipo valencianista. Si se hubiera marcado una de esas ocasiones que hubo en el primer tiempo, o alguna acción en la que el árbitro señaló fuera de juego, estaríamos hablando de que al descanso se había sentenciado el choque. Algo así parecido a lo del pasado sábado en Mestalla ante el Málaga, cómodo y placentero.

La igualdad con la que se empezó el segundo tiempo dejaba las espadas en todo lo alto. Aunque todo parecía apuntar a que si el Valencia CF le metía una marcha más al partido y pisaba el acelerador, pronto conseguiría ponerse por delante en el marcador. Sin embargo, el Gent se encontró más cómodo de lo esperado y a los de Nuno les costaba entrar en la dinámica positiva.

Pero los cambios dieron resultado, las entradas de Piatti y de Rodrigo, y el Valencia CF tuvo más profundidad y fue arrinconando a su rival en el área. Merced a ello llegó el segundo gol, obra de un Gayá que recupera las mejores sensaciones. Fue un tanto que decidió un partido que se complicó en exceso. Demasiado.

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