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Análisis

Una imagen muy pobre

El Valencia CF ofreció ayer su peor cara en el Vicente Calderón ante el Atlético

Una imagen muy pobre

Una pobre imagen. De las peores de la temporada. Muy flojo en líneas generales. El rival fue superior de principio a fin. El gol de penalti, el 2-1, sólo maquilla el resultado. El partido iba a centrar las verdaderas posibilidades del Valencia CF en la Liga. Porque el Atlético es de empaque, uno de los favoritos al triunfo final en el campeonato. Y era un encuentro para medir la temperatura al equipo de Nuno. De saber si está en condiciones o no de competir con los grandes del torneo, y más en un campo muy complicado como era el Calderón donde no gana todo el mundo. Los dos equipos pusieron su arsenal en el centro del campo. Así se plasmaba el partido, con mucho tráfico por la zona central sabiendo que ahí podía estar el partido. El Valencia CF buscaba robar y salir rápido a la contra aprovechando la velocidad de Santi Mina y de Rodrigo. Por eso no presionaba la salida del balón del Atlético.

Pero enseguida la mala suerte se cebó en los valencianistas con la lesión de Rodrigo. Nuno cambió y metió a Alcácer en el campo, un cambio lógico y natural, y lamentó la mala suerte del punta. La idea iba a ser la misma. Era una sustitución de hombre por hombre, no cambiaba la idea.

Sin embargo, un doble fallo de la defensa, de Mustafi y Santos, inconcebible en jugadores de su nivel, supuso el 1-0 para el Atlético obra de Jackson. Se había regalado un gol. A partir de ese momento, el equipo se vino un tanto abajo y fueron los mejores momentos del Atlético. El tanto le dio alas al conjunto rojiblanco que tuvo ocasiones para volver a marcar. Menos mal que estaba Jaume. Dos buenas intervenciones del guardameta evitaron que el conjunto rojiblanco lograra el segundo tanto. Entre Jaume y Gayà, sacaron un balón que ya se colaba en la misma línea de gol. Pero el equipo de Simeone estaba presionando y el tanto llegó, en una jugada individual que se marcó Carrasco. Era el 2-0.

Al descanso se llegó con este resultado. Y aún pudo ser peor. El Valencia CF no fue el equipo que debe ser. Ni el que acostumbra. Estuvo a merced del Atlético. Parecía incluso que se tratara de un entrenamiento. El Valencia CF estuvo desordenado, casi una caricatura con errores impropios de jugadores de Primera división. Y en ataque apenas tuvo una oportunidad, al principio del encuentro, pero nada más. O mucho cambiaban las cosas, o el partido estaba incluso sentenciado antes de hora.

En la segunda mitad la tónica continuaba siendo la misma. El Atlético estaba mucho más metido en el partido, robando balones, y creando peligro. Daba la sensación de que tenía dominado el partido de principio a fin. El Valencia, por su parte, no funcionaba. No carburaba ni con los cambios que había realizado Nuno tratando de darle mayor mordiente al equipo. El técnico estaba preocupado porque su equipo estaba dando una imagen muy pobre.

En una acción de ataque llegó el penalti a favor del Valencia. Alcácer marcó de penalti. Pero sólo fue un espejismo. Y sólo sirvió para maquillar el resultado. Porque aunque se acortaran las distancias, lo cierto es que el Valencia CF tampoco metió en el área a su rival ni disfrutó de muchas más ocasiones de gol como para empatar un encuentro en el que no mereció un punto.

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