En los próximos días está previsto que el arquitecto Mark Fenwick se reúna con los ejecutivos del club para presentarles un proyecto previo al boceto definitivo del Nou Mestalla. Hace unas semanas, cuando se le confirmó que iba a mantenerse como director del proyecto, el Valencia CF le transmitió un número de condiciones y aspectos clave que debía incluir para adaptar un estadio calificado como «antiguo» por los gestores actuales, ya que se diseñó en 2005 y las necesidades futuras son bien distintas a aquel planteamiento. Y en los bocetos que está realizando Fenwick confirma que no habrá pistas de atletismo, un deseo que ya apuntó en su día Amadeo Salvo como necesario para que la afición esté cerca del césped, opinión que Layhoon refrendó en público.
Del proyecto inicial, que contemplaba 75.000 espectadores se pasó a otro que dejaba el aforo en 61.000 asientos, con la posibilidad de ampliarlo a 6.000 butacas más. Que no haya un anillo olímpico permite una mayor inclinación de las tribunas, lo que aumenta la sonoridad ambiental, condición que exige Peter Lim. Retirar las gradas desmontables supone una reducción de costes considerables, y también se va a mejorar la comodidad de los asientos, de ahí que el aforo „la idea es que relativamente superior a Mestalla„ puede variar del último previsto, contemplándose dejarlo en 55.000 buscando una mayor comodidad.
A Fenwick le han puesto varios ejemplos de estadios recientemente construidos que agradan, como Cornellà-El Prat (Espanyol) que es muy práctico, o el Nuevo San Mamés. El pasado domingo, ejecutivos del club visitaron La Peineta y les explicaron el proyecto que quiere realizar el Atlético, pero las premisas son claras: se quiere dotar un estadio con las últimas novedades tecnológicas, pareciéndose en ello a estadios de Estados Unidos, aunque dejando los espacios diáfanos para que puedan ser explotados comercialmente por las empresas interesadas, sin condicionarle demasiado.
Con las directrices claras, el arquitecto ha esbozado un pre-proyecto que será estudiado por los ejecutivos del Valencia CF antes del boceto final, para lo cual se calcula un plazo de diez meses.
