Es como la antigua serie de televisión: Arriba y abajo. El Valencia CF necesita la victoria para luchar por estar en la zona noble de la tabla. El Levante UD, por su parte, busca salir del pozo, tomar aire, y poder respirar con tranquilidad tras haber tenido que realizar un giro de timón en su banquillo. De cara al derbi de esta tarde, estas son las claves que hay que tener en cuenta:
Sobreponerse a las derrotas
El Valencia CF mide su capacidad para sobreponerse a un resultado adverso. El partido ante el Levante UD no es una cuestión baladí porque un derbi es un encuentro disputado y complejo, en el que puede pasar cualquier cosa. Tras su último resultado negativo, una derrota sin paliativos ante el Atlético de Madrid en el Calderón, el conjunto de Nuno debe dar un golpe sobre la mesa e imponer su lógica superioridad. Pero el fútbol es caprichoso. Y nunca se sabe.
El Levante UD también tiene que sobreponerse a una semana extraña donde ha habido mucho movimiento tras recibir una goleada en casa ante la Real Sociedad que acabó con la destitución de Lucas Alcaraz.
Sin los centrales titulares
En lo meramente deportivo, en lo futbolístico, pongo la lupa en la defensa del Valencia CF. El equipo saltará al césped de Mestalla sin la pareja de centrales titulares. La lesión de la roca Abdennour y la sanción a Mustafi obligan a jugársela con Santos y Vezo. La pareja llegada del fútbol portugués tiene una responsabilidad manifiesta. No son los habituales, no han jugado juntos, y no tienen margen de error. Para ganar el partido habrá que empezar cerrando la portería, donde Jaume siempre es una garantía. En ataque, donde parece que jugará Alcácer, habrá que estar más finos y recuperar el instinto goleador. Hace falta. Porque el Valencia CF es uno de los equipos de la Liga que menos goles marca. Y sin gol, no se puede estar arriba en la clasificación liguera. No hay otro objetivo.
A entrenador nuevo...
Son frases hechas. Esas que se dicen año tras año en el mundo del fútbol: «A entrenador nuevo, victoria segura». Pero vamos a ver. Es cierto que con la llegada de Rubi al banquillo los jugadores estarán muy motivados y con ganas de agradar y de demostrar al entrenador que pueden ser válidos, pero lo también cierto es que jugarán con un sistema diferente, que no está trabajado, y ahí puede haber alguna fisura.
