Para un delantero, el gol es su vida. Es indiferente si marca con la rodilla, el empeine, la cabeza… su único anhelo es ver cómo el esférico acaba besando la red. Quienes conocen a Paco Alcácer desde que tiene uso de razón, eran conscientes que llevaba el gol en la sangre. No ha tenido un inicio de temporada sencillo, pero poco a poco está recobrando esas sensaciones positivos que necesita un punta para ser determinante, como lo son sus goles. El «9» abrió el derbi con un lanzamiento de penalti donde no le tembló el pulso, con un potente chut ajustado que anuló la estirada del meta Rubén, y cuando llega un gol de Alcácer… puntuar está más cerca. En los 27 partidos oficiales en los que Paco ha marcado, sólo uno finalizó con derrota, como fue la última visita al Vicente Calderón, convirtiéndose eso en una excepción.
Aún tiene mucho que mejorar el Valencia CF, pero tanto el grupo como sus delanteros —ahora el papel de Negredo es nulo, al haber sido descartado los últimos cuatro partidos— son conscientes que con las victorias se va ganando confianza. Dos partidos de Liga seguidos lleva Paco marcando, aún lejos de los cuatro, donde sitúa su mejor marca personal siempre al servicio del colectivo.
Uno de los aspectos que le convierten en una pieza importante consiste en el valor de sus goles. Salvo excepciones, un tanto suyo nunca sirve para hacer más holgado un triunfo, está acostumbrado a abrir el marcador, por lo que aumenta así el valor de sus registros. En la grada de Mestalla aún se recuerdan delanteros cuyas cifras eran más que aceptables a final de temporada, pero gran parte de la bolsa de sus goles se registraba en pocos partidos, gracias a la facilidad de sellar un hat-trick o incluso superarlo. A la cabeza de muchos les viene el ejemplo de Ricardo Oliveira, que de los nueve goles que anotó en el ejercicio 2003/04, seis de ellos fueron en dos partidos, reduciendo así su influencia en los resultados. Alcácer «suma» más puntos para el Valencia CF, al sólo registrar tres partidos en los que marcó más de un gol.
Hablaba Nuno en la entrevista concedida a Levante-EMV de la importancia que puede tener en el desenlace de un partido una acción de un futbolista. En el derbi ante el Levante UD, el gol de Paco apagó la llama del conjunto granota. A partir de ahí todo fue más fácil, causando la bajada de brazos del rival cuando Feghouli remató un balón que se colaba… lanzado por Alcácer. Hasta ese momento no estaba siendo un partido fácil, pero hay futbolistas que están dispuestos a tener un rol importante en el equipo, empeñados en aparecer en momentos importantes. Aún sigue presente el gol de Almería que llevó al Valencia CF a disputar el play-off de la Champions, anteriormente fue determinante en un triplete al Basilea —temporada 2013/14— que valió para remontar la eliminatoria y comenzar a sembrar el gérmen con la afición que fue clave hace unos meses. Goles importantes, pero también en los escenarios más grandes del campeonato han ido acompañados por la firma del punta nacido en Torrent.
No tardó en demostrarle a Pizzi, curso 13/14, que a él no le impresionaba ningún estadio. Su gol en el Camp Nou fue el 2-3 que valió una victoria importantísima, como unas jornadas después también un gol suyo valió para arañar un punto en el Santiago Bernabéu. Ya en el presente más reciente, Paco estrelló su casillero personal en el Vicente Calderón, aunque desfiló por el estadio cabizbajo porque regresó a casa con una derrota. Era una sensación extraña para él, la primera vez que marcaba y perdía. Insólito. Pero como él reconoce a su gente, «esperemos que ese gol que no valió para puntuar sólo sea una excepción en mi carrera».
Poco a poco va recuperando la sonrisa. Le ayudó mucho el doblete que le marcó a Luxemburgo con la Roja, el día en que se selló de forma matemática la clasificación para la Eurocopa de 2016, donde Del Bosque le considera un «fijo» si no le impide estar una lesión. Pero aún quedan mucho tiempo hasta su primera gran cita con la Roja, de ahí que lo prioritario para él sea devolver al Valencia CF al lugar que merece. Y todos necesitan mejorar, pero él va poco a poco acercándose al punto de forma que le convierte en un delantero letal cada vez que con un sigiloso desmarque le llega un balón en condiciones óptimas para el remate. Ahí no perdona.
En la plantilla existe la sensación de que hay un gran margen de mejora, la diferencia respecto al ejercicio anterior señala a los goles a favor. Después de las primeras diez jornadas de campeonato, el equipo dirigido por Nuno sumaba 23, por los once actuales, menos de la mitad. Y no ha sido una cuestión de falta de puntería, sino de poca lucidez en la zona de tres cuartos hacia adelante. Alcácer nunca ha perdido la fe en sí mismo, no ha sido fácil para él estar varias semanas en el banquillo, viendo cómo Nuno le reclamaba para el tramo final buscando solucionar el problema en el que se había metido el Valencia CF, pero ahora está teniendo continuidad como referente y sus movimientos comienzan a afinarse. En el derbi ante el Levante UD, al que ya marcó la temporada anterior en Mestalla, vivió de todo: un gol, otro anulado y un remate que se colaba en la portería que Feghouli acabó empujando. Y se marchó del estadio con una sonrisa y satisfecho.
Hoy, por su cabeza ya pasa el duelo ante el KAA Gent, sólo le falta marcar en la Champions, una competición con la que sufrió de pequeño y que ahora le empuja a querer tener un papel protagonista, como lo son sus goles.
Bakkali ya es el goleador extranjero más joven del VCF
El tercer gol al Levante UD llevó la firma de Zakaria Bakkali, que se estrenó así con el Valencia CF y lo hace para entrar en la historia, como el extranjero más joven en marcar como jugador blanquinegro. A sus 19 años y 278 días supera así el registro que tenía Rubén Vezo, con 19 años y 304 días. El futbolista le dedicó el gol a su hermana, que se casó el pasado sábado: «Venía esperando este gol desde hace tiempo, lo marqué en el día que se casó mi hermana, no pude ir a la boda pero se lo dedico».
