Jorge López, uno de los componentes del Valencia del doblete, es sabedor de lo que le espera al conjunto de Nuno Espirito Santo esta noche en el Ghelamco Arena, la coqueta casa del KAA Gent. El excentrocampista riojano, que en la actualidad se prepara para convertirse en entrenador mientras dirige a los alevines del Zaragoza, jugó en los últimos años de su carrera una temporada, la 2012-13, en las filas del conjunto belga. Un equipo al que describe algo así como un lobo con piel de cordero. Bajo la apariencia de un club humilde, que apenas gasta en fichajes y con una hinchada familiar que no intimida al adversario, aparece un equipo combativo que «disfruta de su mejor momento histórico y no tiene nada que perder. Eso es lo que le hace realmente peligroso», describe López para Levante-EMV.

El exjugador valencianista resalta que los blanquinegros jugarán bajo una atmósfera festiva en un campo «nuevo, moderno y cómodo» en el que no llegó a jugar al salir del club pocos meses antes de su inauguración en 2013. «El estadio se llenará, para ellos es un premio todo lo que están viviendo en los últimos tiempos, haber ganado la primera Liga, competir en la Champions, están disfrutando de un momento muy dulce». «Es un equipo que tiene mucha ilusión y no va a ser fácil porque se encuentra se encuentra en un gran momento y no tiene nada que perder. Eso es lo que más tendrá que temer el Valencia», añade Jorge López.

El presente del club es todo un premio para una hinchada de hábitos tranquilos y pacíficos: «El entorno del club es familiar y el ambiente será propicio para el Valencia, no es como otros desplazamientos en los que la afición está más encima o presenta más hostilidad. Tienen una zona de animación más radical, pero no es ni mucho menos peligrosa».

En el plano deportivo, López hace especial mención al sistema 3-5-2 que despliega el técnico Hein Vanhaezebrouck y que convierte al Gent en un conjunto «peculiar» pero «competitivo», que sorprende como ya hizo con su gol en Mestalla con laterales avanzados: «Su entrenador tiene las ideas muy claras, con un sistema algo peculiar, con tres centrales y laterales largos, que tiene trabajado muy bien y en el que los jugadores se sienten a gusto. Se ha demostrado en esta Liga de Campeones. Aún no han ganado pero todos los partidos han sido competidos, con marcadores ajustados, incluso en Mestalla. No hay que confiarse porque es un equipo que compite disfrutando del fútbol. Vanhaezebrouck ya demostró en el Kortrijk, su anterior equipo, que le gustaba este sistema 3-5-2, que aunque no se emplea mucho a él le ha funcionado en los conjuntos que ha dirigido».

El Gent es un ejemplo de club sostenible que ha seguido el ejemplo predominante en la Jupiler League de rastrear a conciencia el mercado para «firmar jugadores belgas que destacan en equipos más pequeños» y al mismo tiempo «estar atentos también a las ligas nórdicas, con jugadores suecos o brasileños más desconocidos que juegan en Escandinavia». Los «grandes aciertos» de fichajes como Milicevic y Depoitre se han visto acompañados de una apuesta decidida por la cantera: «Dan mucho cariño a la base, a la cantera, como tantos clubes belgas. Esa apuesta a largo plazo y sin buscar el éxito urgente les ha servido para potenciar la selección, que ha exportado sus mejores jugadores a los principales equipos europeos. Cuando estuve allí me llamó la atención, cómo mimaban la cantera. Puede sorprender, pero es la recompensa a un trabajo paciente».

El buen recuerdo de Jorge López se remata con la imagen que guarda de Gante, una ciudad «muy bonita, con mucho encanto, con muchas iglesias, con un castillo que merece la pena ver, con un canal por el que se puede navegar en barca. El desplazamiento tampoco es tan largo y los aficionados del Valencia que viajen disfrutarán de ella».