­Da la sensación que el «gol» es un problema muy serio en el Valencia. En pleno debate sobre qué debe hacer Negredo en el mercado de invierno, tras otro «palo» que se llevó al viajar a Gante y ser descartado, la realidad es que da igual quién sea el futbolista referencia, porque es más probable que te toque el Euromillón que le llegue un balón en condiciones óptimas para el remate. Hasta el minuto 56 de partido no se disparó a puerta, y fue en una acción a balón parado. El «Tiburón», cuando jugaba, creía que lo hacía lejos de la portería rival, de ahí la cifra baja de goles que tienen, y visto lo visto ante el Gent, su opinión gana fuerza.

Y con el marcador en contra, tras la entrada al descanso de Piatti, calentaban en la banda Cancelo, Danilo y André Gomes. ¿Jugadores de ataque? Bueno, no de la última línea de gol. Esperemos que no sea por capricho y Nuno disponga de sus argumentos, porque de no ser así la situación es grave. Con el paréntesis del triunfo ante el Levante UD, uno de los colistas de la Liga, la realidad es que el Valencia no arranca. Famosa fue la frase de Luis Moya en el Rally de Gran Bretaña que decía: «¡Trata de arrancarlo, Carlos! ¡Trata de arrancarlo€ por Dios!», cuando el coche se averió a 500 metros de la meta, impidiéndoles proclamarse campeón del mundo por tercera vez. La situación del conjunto blanquinegro no es tan dramática, ya que el curso aún no ha llegado a su ecuador, pero la sensación es que la conexión que tenían los futbolistas con su técnico no funciona.

Ni se plasman sobre el césped las ideas que quiere, ni es una cuestión de futbolistas, porque si por algo se ha caracterizado el Valencia hasta ahora es por los cambios continuos de alineación. Pero ir, sólo va a ratos. Y así, los objetivos son difíciles de lograr. Cada vez es más complicado creer en que la situación se puede reconducir siguiendo igual, Nuno debe cambiar algo: o la forma de jugar, o su política de rotaciones. ¡Algo! Porque de no ser así, el equipo parece haber entrado en una situación y poco a poco se va descomponiendo, sin encontrar el rumbo. Ante rivales como el KAA Gent no se puede atribuir a tener menor calidad o la necesidad de hacer fichajes. Ahora mismo el problema es de falta de identidad, de ideas, de alma... A pesar de eso, seguir vivos en Champions no peligra, pero este no es el camino.