El fútbol suele ser tan impredecible, que el "valiente" que apostara por la goleada del Valencia CF en Balaídos, ya está pensando en qué paraíso se va a ir. Y si algún día tiene un club de fútbol, no dudará en fichar a Paco Alcácer y Dani Parejo, dos fuera de série. Dos dobletes del "9" y el "10", valen para subir la autoestima de un equipo que es una caja de sorpresas. Sólo tres días de mostrar una imagen pésima en la Champions, ganaron de forma aplastante a un rival que goleó al Barça y estuvo cerca de ganarle al Real Madrid.

Comenzó muy fuerte el Valencia CF, queriendo la posesión y desplegando una presión que impedía carburar al Celta. Se sentían cómodos. Y tras sacar Jaume una buena mano para quitarle el balón de los pies a Aspas, una combinación entre Parejo y Alcácer, acabó con un remate perfecto de éste. Sólo se llevaban 12 minutos de partido, y con el 0-1 en el marcador, el equipo se retrasó de forma involuntaria, trazando acciones de gran calidad, pero no acertaban en el último pase. Hasta que Augusto Fernández, tras un córner ejecutado por Nolito y ver el balón ir de un palo al otro con prolongaciones de cabeza, puso la igualada. Tras el empate, el equipo gallego seguía mandando e incluso en Balaídos volvió a escucharse el cántico "Nuno, vete ya", pero iba a ser Parejo quien en el último instante ejecutó rozando la perfección una falta que dejó boquiabiertos a todos.

Lo mejor aún estaba por llegar, ya que nada más reanudarse el partido, con los más rezagados aún sin en su asiento, Alcácer demostró su inteligencia interceptando un pase atrás de Jonny antes de ejecutar de forma magistral el mano a mano con el portero Sergio. Y con el 1-3, ya iba a ser difícil que el Celta volteara el resultado. Dos goles en dos momentos clave del partido, encarrilaron un triunfo que alivia cualquier "incendio". Comenzaron a verse destellos de la calidad de André Gomes, y Jaume volvía a aparecer para evitar con los puños el remate de un jugador celeste tras ver cómo el palo escupía un disparo de Aspas. Quería el Celta meterse en el partido, pero cuando más sufría el Valencia, otra jugada trenzada por Parejo y Alcácer, les permitía aumentar la distancia con el cuarto gol.

Parejo y Alcácer se comieron literalmente al Celta, en una fiesta de goles que completó Mustafi. La victoria se necesitaba, será difícil encontrarle explicación al por qué cambia tanto de cara el Valencia CF de un partido a otro. Ahora lo que falta es darle continuidad y que la goleada en Balaídos no sea un espejismo dentro de una travesía basada en la irregularidad.