Alvaro Negredo no bajará los brazos. El delantero, que desde la derrota de San Mamés no entra en los planes de Nuno, empieza a aceptar la decisión del técnico. Ni la entiende ni la comparte, es obvio. El futbolista, que día a día recibe el apoyo moral de buena parte del vestuario, no tira la toalla y con su trabajo en los entrenamientos confia en revertir la situación. Si el problema es deportivo „así lo reitera Nuno rueda de prensa tras rueda de prensa„, no le queda otra. Negredo, a pesar de ver cómo partido tras partido es descartado por Nuno, quiere cumplir su contrato en el Valencia. Álvaro confia mucho en él mismo y desoye los rumores que lo situan fuera del club. En Valencia es feliz y aquí quiere continuar.
A su agente, como ocurrió en verano, le ha dicho que no escuche ofertas.
La vinculación del vallecano con el Valencia expira en junio de 2019 y, con la misma contundencia que ya lo hacía unos meses, trasmite a su entorno que su intención es triunfar en Mestalla y devolver a los aficionados todos el apoyo y cariño que le trasmiten desde el primer día que llegó. Lo cómodo, para él, sería irse cedido y empezar de nuevo pero, a día de hoy, ni se lo plantea.
De momento, y tras no recibir explicaciones por lo que está ocurriendo a pesar de sentirse públicamente menospreciado, el jugador guarda las formas.
Con la experiencia y años que lo avalan, respeta que el técnico se decida por otros compañeros pero no las argumentaciones públicas que se dan sobre su no inclusión en las convocatorias. En los entrenamientos, que es cuando tiene contacto con Nuno, no hay de él ni una mala cara ni un mal gesto. Es más, en el entrenamiento vespertino de ayer, fue Phil Neville quien se le acercó para públicamente bromear con él con las cámaras delante. ¿Un gesto? De cara a los jugadores, el ingles desempeña el papel de ser la cara amable de los miembros del cuerpo técnico.
Hace unos días, fue Negredo quien dio el primer paso. El vallecano, al que sus compañeros apoyan en privado pero ante el técnico lo dejan solo, consciente de la incomodidad que su situación generaba en el vestuario, decidió dar una paso al frente para tratar de zanjar la situación. Pero Nuno, lejos de enfriar la tensión, le dio la espalda delante de todo el grupo. Le remitió a su despacho. A una conversación privada. Pero el jugador, quería que sus compañeros escucharan las argumentaciones del portugués porque él sentía que se le había faltado el respeto en público.
El «caso Negredo», a pesar del interés del jugador de reiniciar el contador, seguía abierto. Desde entonces „pasado jueves„ la relación se mantiene igual. O diferente. El delantero, al principio sorprendido por lo que estaba viviendo, ahora lo asume y se agarra a su trabajo para tratar de volver a sentirse útil dentro del grupo. Sólo piensa en el día a día y en querer ser optimista para no venirse abajo.
Sin embargo, son varios los jugadores que piensan que éste es el momento idóneo para que el técnico le tienda la mano al delantero. Tras la amplia victoria sobre el Celta, y sobre todo por tratarse de dos semanas sin competición „muchos futbolistas se han ido con sus selecciones„, en Paterna se trabaja con una tensión diferente. Ayer, por ejemplo, en la sesión matinal sólo participaron nueve jugadores y el contacto entre jugadores y técnicos era más fluido.
Hasta la convocatoria para el partido contra La Palmas aún quedan ocho días y, hasta entonces, todo puede pasar. Para bien o para mal.
