Aún con el susto en el cuerpo por lo vivido en el «Stade de France», tanto Mateu Lahoz como Shkodran Mustafi no salían de su asombro. Y pudo ser peor. Según «The Wall Street Journal», uno de los guardias de seguridad descubrió el chaleco de uno de los terroristas cuando se le registró antes de entrar al estadio donde se iba a jugar el Francia-Alemania, donde quería provocar una matanza. Tras ser descubierto, el terrorista intentó escapar de la seguridad e hizo estallar la carga de explosivos que llevaba en uno de los accesos, tres minutos antes de que otro asaltante hiciera estallar su carga en las inmediaciones del estadio, y un tercero en un restaurante de comida rápida próximo, donde falleció una persona. El objetivo de los tres era provocar una masacre en el estadio, donde durmió la selección alemana y Mateu Lahoz, que regresó ayer a Valencia.

Ejecutivos del conjunto blanquinegro hablaron con Mustafi la noche del viernes, cuando estaba en el vestuario pendiente de su teléfono móvil. En él seguía lo que estaba ocurriendo a escasos metros suyos, pero tranquilizó a todo familiar que le llamaba a pesar de la gran inquietud que recorría su cuerpo. Ya por la mañana desalojaron su hotel por una amenaza de bomba, y luego en el estadio vivieron escenas de pánico. Alemania suspendió los entrenamientos de ayer, con los jugadores aún conmocionados. Mustafi escribió el siguiente mensaje: «De vuelta a Alemania. Pero mis pensamientos están con todas las personas que perdieron a alguien que amaban la pasada noche en París. ¿Qué está pasando en este planeta?».

Mateu Lahoz, el árbitro del partido, en una breve comunicación con Levante-EMV desde la capital gala antes de volver, manifestó que solo quería regresar a casa y «abrazar a los míos». El árbitro quiso acordarse de «nuestros vecinos que están pasando un mal trago» y se mostró «solidario» con la tragedia asegurando que «miraré con buenos ojos y sonreiré por duro que se haga». Al llegar a Manises, Lahoz apuntó que «no me apetece nada hablar. Lo importante son las víctimas y los familiares». Soso Feghouli tenía previsto viajar ayer a París, donde reside su familia y amigos, y siguió los momentos de pánico desde Valencia.