El Valencia se ha convertido en un acto de fe para Blas Madrigal: «Quiero ser optimista pero no puedo. Quisiera ver la realidad de otra manera, pero el equipo va por otro camino, es muy preocupante». El presidente de la Agrupación de Peñas afirma que los pitos de Mestalla «suponen toda una demostración de lo que se vio sobre el campo», pero pide a los aficionados un esfuerzo extra de «generosidad y comprensión» para animar al Valencia, ahora que todo parece en contra: «No hay otra que tener paciencia y demostrar el compromiso. Puede que el equipo no esté bien, pero los aficionados siempre debemos estar a la altura. El Valencia nos necesita», ruega.
El guión del encuentro, para Madrigal, fue inexplicable: «No es normal que tras marcar el primer gol se diese ese bajón en el juego. Sus centrales llegaban a controlar el balón hasta el área del Valencia. Y vi cuatro veces a Paco Alcácer bajar hasta el campo propio para buscar el balón».
Por otro lado, Jaume Ortí apuntaba su preocupación, no sólo por «el desolador» partido que se presenció contra Las Palmas, sino también por el calendario que le viene al Valencia: «Nos esperan tres partidos criminales. El Valencia se va a jugar buena parte de sus aspiraciones en esta temporada contra el Zenit, Sevilla y Barcelona», señaló.
Al expresidente le cuesta entender cómo, en una «jornada propicia» tras la derrota del Sevilla y el precedente de Vigo, el Valencia «no logró controlar» un partido que tenía de cara tras el gol inicial de Paco Alcácer. No se aprovecharon «los espacios para el contragolpe» y se dio la apariencia «de no conocer» a un conjunto como Las Palmas «que todos sabemos que destaca por la técnica, el buen toque y la visión atacante». «No lo supimos contrarrestar y estuvimos a merced del rival todo el encuentro», añade. Ortí cree que fue comprensible la reacción de Mestalla: «Aún pudo ser mayor la reacción del público, porque el resultado podría haber sido favorable a Las Palmas en uno o dos goles más, como mínimo».
Sin embargo, el aspecto más censurable del Valencia, en opinión de Ortí, «es que en el tramo final el partido quien atacase, quien se fuese a buscar el partido, fuera Las Palmas. No hubo ni siquiera un arreón de orgullo final».
Por último, Fernando Giner reconoce que «ante Las Palmas no se firmó un buen partido y que no se cumplieron «con las expectativas que se tenían respecto a Vigo». «Al final nos encontramos con un punto que fue un buen premio tras el partido que se vio», agrega.
Giner cree que, con independencia del rival, «el problema del Valencia es el de no estar convencido» de sí mismos. «La dinámica no es positiva, pero los únicos que pueden cambiarla son los jugadores y cuerpo técnico, los dos a la vez, no se puede dividir, no se entiende una sin la otra». ¿Qué papel debe jugar la afición en este trance? «La afición inicialmente siempre apoya, manifiesta su opinión al final. Siempre hay que continuar animando, igual que los jugadores deben seguir jugando».
