Y entre la Liga y la Champions, la Copa. El Valencia estrena el miércoles su participación en el torneo del KO, esta temporada, ante el Barakaldo, de Segunda B. Lo hace en tierras vascas y, para consuelo de la afición valencianista, habrá partido de vuelta en Mestalla a la semana siguiente. En condiciones normales, no habría nada que temer. La ocasión debería ser propicia para disipar tensiones y descoser al rival a base de galones. Pero cualquier precaución debe ser poca. No uno, ni dos, ni tres equipos de la categoría de bronce han golpeado la línea de flotación del Valencia en momentos delicados, con eliminaciones humillantes. Los principales batacazos se produjeron a partido único, pero también hay oscuras manchas en el currículo del Valencia en doble eliminatoria ante entidades inferiores. Como la desdichada «derrota útil» de Valdano ante el Las Palmas en 1997.

Para el valencianismo, es un alivio que la primera ronda ante el Barakaldo sea a ida y vuelta, teniendo en cuenta el currículo del Valencia en aquella ediciones disputadas a partido único, concentradas a principios de la década anterior. La experiencia resultó desastrosa, con cuatro despedidas prematuras ante el Guadix (2000-01), Novelda (2001-02), Alicante (2002-03) y Lleida (2004-05), este último entonces de Segunda. Paradoja: aquellas deshonras se intercalaron con los grandes logros del equipo, entre la segunda semifinal de la Champions, las dos ligas y la Uefa.

Aquella fría noche de enero de 1997, octavos de final, el Las Palmas „entonces en Segunda A„ visitaba Mestalla como el que se va a tomar un café. La renta del Valencia en el partido de ida parecía decisiva: 0-2, con tantos de Farinós y Leandro. El conjunto canario de Manuel Pablo, Walter Pico, Simionato y Valerón advirtió, de repente, que Mestalla jugaba a su favor aquella noche. El segundo gol, en el minuto 50, pobló las gradas de pañuelos. Tras una agónica prórroga, el Las Palmas se impuso en los penaltis. Valdano fue destituido por el presidente, Paco Roig, al que ya le temblaba el sillón.

Quién iba a decir que, a la temporada siguiente de ganar la Copa en la final de Sevilla, el Valencia iba a vivir la peor racha copera de su historia: tres eliminaciones seguidas ante equipos de Segunda B y una cuarta ante un Segunda. Con la recuperación del formado de partido único, el equipo blanquinegro cayó en Guadix (4-4), otra vez en las penas máximas. Un año después, la victoria (0-1) en Novelda resultó inútil. Fue eliminado por alineación indebida, que provocó la destitución de Juan Sol como delegado. Con la salida de Serban, el equipo jugó con cuatro extranjeros. Una temporada después, llegó otra humillante derrota, en los penaltis, ante el Alicante tras el empate a tres. Tras llegar a los cuartos de final en la siguiente campaña ante el Madrid, el Lleida (Segunda A) desacreditó al Valencia (1-0), en la segunda etapa de Ranieri.

El Barakaldo, rival el miércoles, lidera el grupo II de Segunda B y es el equipo menos goleado de las tres primeras categorías, con 6 goles encajados.