El Valencia hizo un partido muy gris en Sevilla, donde ni defendió bien ni supo atacar. De esa manera, resultaba imposible ganar el partido, y más cuando se le complicó con las expulsiones. Desde luego, fue otra sorpresa negativa.
El equipo se instaló detrás desde el principio, sin esconderlo
El Valencia entró en el partido con una idea y un once muy defensivo. No hizo nada en ataque. Sólo defenderse. De esta manera, resultaba muy difícil poder hacer daño así y generar ocasiones. Ni con once ni con diez jugadores, ni después con nueve el Valencia dio la sensación de ir a por el partido.
Sin asumir riesgos no se puede ganar
Aunque juegues en inferioridad, un equipo de la talla del Valencia debe de asumir riesgos y al menos querer competir. La dinámica es muy mala y esto es preocupante. Hay que salir de esta situación cuanto antes, sino los puestos europeos se van a complicar mucho. El equipo debe de cambiar muchas cosas, si no da la sensación de que es muy difícil ganar partidos. Y ahora viene el Barça, después del partido de Copa.
