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Análisis

El siguiente gran reto de Fenwick

El arquitecto británico, que ya abarató los costes del nuevo Mestalla en 2013, estudia ahora la forma de «cerrar» el recinto sin tener que tirar la estructura

El siguiente gran reto de Fenwick

Después de darle varias vueltas, el Valencia lo tiene claro: confía, otra vez, el rediseño del nuevo estadio a Mark Fenwick, el arquitecto del proyecto original y que ya fue elegido en 2013 para abaratar costes. Meriton está seguro de que es la mejor elección, pues nadie mejor que él conoce la capacidad de la estructura ya construida para ser moldeada. El objetivo del club con el recinto de la Avenida de las Cortes Valencianas, según aseguró la presidenta, Lay Hoon, durante la Junta General de Accionistas del pasado viernes, es cumplir con los plazos previstos. Es decir, que el equipo se pueda mudar al barrio de Benicalap en 2019, el año del Centenario de la entidad. O en 2020 a más no tardar.

Antes, el club debe resolver la manera de remodelar el gran esqueleto de hormigón, de forma que el campo de fútbol esté pegado a las gradas. Y que estas, en la medida de lo posible, sean lo más verticales posibles. La pregunta es: ¿Se puede reajustar la posición de los graderíos manteniendo la actual estructura? Fuentes del club consultadas por Levante-EMV aseguran que «sí». «Podemos jugar con la estructura gracias a la posición de las columnas. No haría falta tirar la estructura», confirman fuentes ejecutivas. Lay Hoon explicó el viernes su concepto del nuevo Mestalla:«Estamos en una revisión completa del diseño original con el arquitecto Marck Fenwick para asegurar que cumplirá con las necesidades de los accionistas y aficionados. El Nuevo Mestalla debe tener el espíritu del 'Amunt Valencia' del viejo estadio. No vamos a construir un estadio que solo sea vistoso a los ojos, sino un estadio que nos ayude a ganar. No será un papel fácil porque estamos limitados por la estructura construida en la parcela, y esa estructura haría que perdiéramos el ambiente que se vive en el actual estadio. Hay que ser pacientes y planificar minuciosamente antes de avanzar en la fase de construcción», dijo Lay Hoon el viernes.

Fenwick ya fue el elegido para elaborar un primer rediseño, por orden del entonces presidente, Amadeo Salvo, a finales de 2013. Un plan que abarataba el coste de las obras en 60 millones de euros, pero mantenía la calidad 5 estrellas, como estaba previsto en la idea original. El club y el estudio de arquitectura Fenwick Iribarren Architect, del que el inglés es el máximo responsable, presentaron una propuesta que rebajaba de 160 a 100 millones, aproximadamente, el precio de las obras que faltan por realizar.

Fenwick para el arquitecto británico que solventaba esquilmando distintas partes de la construcción. La primera decisión, y más fácil de tomar, fue renunciar a pulir los aparcamientos para 3.500 vehículos y dejar la parte subterránea desierta. la parte norte del recinto. El segundo gran ahorro del estadio estaba en la cubierta. El recinto se cubriría sólo en un 75 por ciento. El Valencia economizaba, de esta forma, 1.900 toneladas de material. Y lo que es más importante, el aforo se verá reducido en 13.500 espectadores, otro ahorro considerable, con la posibilidad de ampliarlo de forma casual o definitiva. Pasaba, por tanto, de 75.000 a 61.500 asientos.

El club no dado más detalles, ahora, sobre la forma de conseguir un nuevo Mestalla más cerrado. «Cuando estemos preparados, presentaremos el nuevo concepto», aseguró la presidenta después de confirmar que los terrenos ya son del Valencia desde marzo de este año. Ahora falta retomar las obras.

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