Gary Neville tiene razón al concretar en 2006 el año del gran cambio de Ronaldo. A partir de esa fecha, los títulos del Manchester United se relanzaron, dejando atrás la incipiente hegemonía del Chelsea de José Mourinho y Roman Abramovich. Hasta el año 2006, los «diablos rojos» sólo habían ganado la Copa de 2004 con Cristiano en sus filas. Con posterioridad aterrizaron en Old Trafford tres campeonatos de Liga consecutivos —en los años 2007, 2008 y 2009—, dos copas de la Liga —en 2006 y 2009—, y la culminación de la conquista de la Liga de Campeones y el Mundial de clubes en 2008. Trofeos en los que el portugués ya era la estrella indiscutible. El máximo título europeo se pudo haber repetido en 2009, en su último partido como «red», en la final ganada por el Barça. Cristiano cerraba una etapa y abría otra: la de la titánica pugna con Leo Messi para conquistar la posteridad.
v. chilet valencia
