El fútbol es un deporte que se basa en el engaño. El delantero cuando tira un penalti, los regates, el amago en los lanzamientos o la estrategia del entrenador. Quien consigue engañar más veces a su rival suele ganar. Un juego de estrategia donde los jugadores tienen que marcar y desmarcarse. Esa era la definición de fútbol según Bernardino Pérez Elizarán, Pasieguito. Una de las personas que dejaron huella en el Valencia como jugador, entrenador y secretario técnico. Gran jugador de pelota a mano, así lo puede confirmar el propio Juan Cruz Sol, Pasieguito será recordado, además de formar esa dupla ganadora con Antonio Puchades, por los fichajes de Mario Alberto Kempes y Pedja Mijatovic. Para fichar a Kempes necesitó estar un mes en Argentina para convencer a los dirigentes de Rosario Central que tuvieron que someter la salida o no del jugador a referéndum. En el caso del montenegrino, Pasiego tuvo que entrar en Yugoslavia, en conflicto bélico, por Hungría, pagar el hotel con dólares, no se podía pagar con Visa y en ambos casos convenciendo a los jugadores de la idoneidad de firmar por el Valencia. El fútbol es para listos; esta expresión era de Paco Real.
Al Valencia actual le falta mucho talento en sus despachos. En vez de estar buscando figuras para decorar el club, bien harían en afrontar el verdadero problema del Valencia que no es otro que la planificación deportiva. Portero, defensa, centrocampistas y delanteros, además de la cantera.
Al menos ayer el Valencia sí compitió. Otro empate para festejar, espero que no. Eso sí, se enfrentó a un Real Madrid tan triste como su entrenador. Si lo dejaran tranquilo, no tengo dudas que Rafa Benítez demostraría que es un extraordinario entrenador. Pero no creo que le den mucho margen.
El Valencia no pierde, pero tampoco gana. Gary Neville sigue sin conocer la victoria en Liga, pero sí es cierto que muy poco a poco el equipo empieza a dar señales de vida. Sobre todo porque André Gómes ha vuelto. La mejor noticia. Pero si no empiezan a sumar de tres en tres, el objetivo, que se conseguía de forma habitual no hace mucho, será muy difícil de conseguir. ¿Saben que pasa? Que el fútbol es un deporte de engaño, pero sobre el césped. A los valencianistas, algunos, no les dijeron que a estas alturas estarían a 13 puntos de los puestos de Champions. Pasieguito no engañaba. Y Peter Lim, tampoco.
