Todo lo bueno que le puede pasar al Valencia esta temporada será pura casualidad. Lo que no es casual es lo que está ofreciendo el equipo desde ya hace mucho tiempo. Ya es más que evidente que no se trata de un problema físico, ni de un problema de entrenadores, ni de un problema de jugadores, se trata de un problema mucho más profundo y que ahora mismo, gracias a los delirios de grandeza de algunos, ya tiene muy mala solución. Por no decir ninguna.
Es el momento de parar las máquinas del Club y dejarlo en manos de personas que saben primero, lo que significa el Valencia Club de Fútbol y segundo lo que es el fútbol y la exigencia de la Liga española. No puedo ni imaginar lo que estaría pasando en Valencia si esta situación se estuviera viviendo en otras épocas.
No es tan fácil, señores del «power point». Cogieron un club de Champions, ocupando el octavo puesto del ranking UEFA, siendo el primero de la otra Liga y creo que, sin querer, confundieron al público diciendo claramente que lo que se había hecho hasta el momento era lo más fácil y que mejorar la posición del Club en todas sus áreas era «cosa de niños».
Qué atrevida es la ignorancia. Pero el Valencia está en construcción, permanentemente en construcción y con eso ya se tranquiliza el ambiente. Jugadores jóvenes, entrenador a estrenar y propiedad súper nueva, pero con un Club de casi cien años de historia. Es momento de reflexionar.
Pero vamos a ser prácticos. El objetivo de clubes como el Valencia siempre tiene que pasar por construir un equipo competitivo y que sea capaz de pelear de verdad en todas las competiciones que dispute. Y por supuesto, hacer que los aficionados disfruten viendo a sus jugadores. Como la cosa de la construcción va para largo, vamos a reorientar los objetivos. A estas alturas sólo veo una competición que puede ser la salvación de la temporada: la Copa del Rey o quizá la Europa League. Como ser terceros ya no nos sirve y es poca cosa, eso es lo que pasaba con Unai Emery, bien haría el Club de centrar gran parte del esfuerzo en dar lo máximo en la Copa. Es otra competición y la gestión de los partidos son diferentes.
A todo esto, el Mestalleta sigue su escalada. Tres victorias consecutivas. Curro Torres, ya lo hacía desde jugador, acepta cualquier desafío. Veremos donde llega el filial. Como jugador llegó a estar en un Mundial, entre otras cosas.
