Sólo dos días después de ser presentado, el director deportivo del Valencia, Jesús García Pitarch, se reunió ayer con el director de la Academia del club de Mestalla, José Ramón Alesanco. El responsable de la estructura técnica de la entidad tomó nota de la situación de la escuela y, por supuesto, de los futbolistas con mejores prestaciones y más recorrido. García Pitarch tuvo la oportunidad de comenzar a rellenar su libreta la noche antes en el Nuevo Los Cármenes. Allí siguió con interés las actuaciones de Zahibo, Fran Villalba y Diallo, los tres canteranos que más fuerte llaman a la puerta del primer equipo. Los dos fueron titulares y el defensa salió en los últimos veinte minutos en una competición, la Copa, en la que los tres han disfrutado de su estreno con el Valencia en competición oficial. El hecho de que Zahibo estrenara el marcador ha amplificado la irrupción de los tres chavales en estos tiempos difíciles para la gente de la cantera.
El nombre de Gary Neville irá ligado para siempre a las vidas de Wilfried Zahibo (Marsella, 1993) y Fran Villalba (Valencia, 1998), a quienes el técnico inglés les dio la alternativa en la goleada del jueves. Pese al cómodo resultado de la ida (4-0), jugar la vuelta de los cuartos de final de la Copa, ante un rival de Primera División, son palabras mayores para cualquier chaval de la cantera. Más si uno no ha cumplido la mayoría de edad, como Villalba, que a sus 17 años aporta creatividad y descaro al centro del campo del equipo, necesitado de aire fresco. A la fiesta se unió Ibrahim Diallo (Malí, 1996) en la segunda parte.
Zahibo ya tuvo el honor de estrenarse como titular, el mes pasado, en el trámite copero ante el Barakaldo. Ese día se incrustó en el medio junto a Parejo y André Gomes y ofreció lo que ya todos los que siguen al Mestalla, en Segunda B, saben: es un mediocentro poderoso físicamente, con una gran gestión de los kilómetros recorridos. Neville lo situó ayer junto a Danilo y a su compañero de aventuras, Fran Villalba.
Francés de origen costamarfileño, abandonó el Ajaccio y se trasladó a España en busca de mejores oportunidades. Tan sólo llegó a jugar un partido de Copa con el primer equipo. En 2013 lo fichó el Ponferradina, que lo cedió al Fuenlabrada, ambos de Segunda B. Una categoría que le iba medida a sus características. El Valencia le echó el ojo y lo fichó en enero de 2014 para darle minutos en el filial, donde se ganó rápidamente el puesto. Fue una apuesta directa del anterior director deportivo, Rufete. Como Fran Villalba y Diallo, fue llamado a filas por Nuno Espírito Santo para realizar la pasada pretemporada. Desde entonces, también es un habitual en los entrenamientos con los «mayores». Su gol de córner en Granada, servido por Piatti, le ha dado más protagonismo del inesperado estos días. La gente se pregunta si el chaval está capacitado para ocupar, ahora mismo, un puesto en el equipo en la Liga, vista la debilidad en el centro del campo. Una lesión muscular ha lastrado a Javi Fuego para el trabajo de contención, mientras que Parejo está en un estado deficiente. Su consagración en los entrenamientos con el primer equipo es responsabilidad principal de Phil Neville. El segundo entrenador del Valencia quedó prendado de sus condiciones durante la pretemporada.
Zahibo está vinculado al Valencia hasta el próximo mes de junio y el club estudia seriamente su renovación, después de firmar un contrato de dos años y medio a su llegada al equipo. El futbolista de origen africano, por tanto, podría negociar su futuro con otro club, pero en el Valencia tienen bastante clara su continuidad.
Si Zahibo tiene motivos para estar feliz, lo mismo ocurre con Fran Villalba, el futbolista que más ha tocado la fibra de Gary Neville. El entrenador lo bautizó como «the little Silva» (el pequeño Silva) y está encantado con su juego descarado. Con 17 años, es la perla más cotizada de la escuela de Paterna. En los corrillos valencianistas todos dan por hecho que algún día será un referente del primer equipo.
Tal es la evolución del chaval, que este año ha jugado ya en tres conjuntos: el juvenil, el Mestalla y el primer equipo,. Mestalla pudo comprobar ya, el día del Barakaldo, que Fran Villalba es un futbolista diferente. Aniñado, con un aire a Pablito Aimar, tiene recursos para destacar en la élite. Le falta, como es lógico, mucho rodaje. En Granada firmó un inicio discreto, para ir entonándose con el paso de los minutos. Ante la atenta mirada de García Pitarch desde el palco, el chaval —que no se adató al Barcelona en su fugaz paso por la Masía— aprendió como se las gastan los equipos de la máxima categoría. Los entendidos aseguran que es un futbolista al que se le dará mejor la primera división que la segunda B. Necesita espacios y gente creativa a su alrededor.
