Vicente vuelve a su casa. No lo hará para calzarse las botas y recorrer esa banda izquierda como antaño. Su misión ahora es otra. Suso García Pitarch cuenta con un hombre que respira fútbol y que así lo ha reconocido siempre. La última vez fue ayer, cuando minutos después de hacerse oficial su llegada a Mestalla reconocía que le «apasiona ver fútbol y seguir a jugadores del extranjero».

En la presentación de Mestalla Vicente, de 34 años, miraba hacia la grada y recordaba tiempos pasados. El estadio ha cambiado y él también. Más maduro y con experiencia en el extranjero, el ´14´, sin embargo, no olvida todo lo vivido con la camiseta del Valencia. No es para menos. Dos Ligas, una Copa del Rey, una UEFA y una Supercopa de Europa llenan las vitrinas de un mito para todos los aficionados (fue el mejor jugador de la Liga en 2004).

No es casual que la elección de García Pitarch para el puesto tenga en su genética el ADN del Valencia. El club echaba en falta esa conexión con la grada que perdió hace no tanto y que está tratando de volver a recuperar a marchas forzadas. El primer síntoma fue el de la contratación de un director deportivo, con el nombre de Jaume Ortí también en el ambiente, y ahora con Vicente se sigue perfilando un círculo que evoca a épocas pasadas. En el recuerdo aparecen los títulos, pero sobre todo al disfrute de una grada que necesita figuras de ese tipo para no caer en el desapego o en la pérdida de identidad con los jugadores y con la entidad.

El propio Vicente aseguró que «jugadores que han sido importantes, y que han ganado títulos con el Valencia, que vuelvan a la casa para transmitir esos valores a la afición, a los niños, es un buen detalle del club». Ese aura que transmite, sin embargo, no será suficiente. La necesidad del equipo por mejorar los resultados es algo que destacó el nuevo miembro de la secretaría técnica a y por ello, mandó un mensaje de calma. «Que la gente esté tranquila. Es verdad que los resultados no están saliendo y el equipo no acaba de ganar partidos, pero yo creo que con tranquilidad, con paciencia, van a llegar los triunfos y el equipo va a ir para arriba. Que la afición siempre esté con los jugadores, que al final los resultados seguró que llegarán», explicó.

Curso de entrenador

A pesar de colgar las botas, el exjugador nunca se alejó del fútbol. Estudió el segundo nivel del curso de entrenadores, aunque como ya confesó a Levante-EMV en 2014, no se veía entrenando. En aquella entrevista, Vicente, al igual que hizo ayer, ya explicaba que era «un enfermo del fútbol». «Los sábados por la tarde y el domingo me siento en el sillón y lo veo todo. Me da igual ver partidos de la liga española, inglesa, alemana o italiana», aseguró. Con ese bagaje y ese afán que lleva innato por buscar nuevos jugadores, Suso ficha a un hombre dedicado en cuerpo y alma al fútbol y, sobre todo, al Valencia.