Viejos conocidos en la Copa del Rey, con 16 enfrentamientos en los últimos 90 años, el Valencia y el Barcelona han ofrecido apasionantes eliminatorias. Gran parte de ellas están concentradas en los últimos 35 años, con duelos vibrantes, muchos goles, alternativas, tandas de penaltis y épicas remontadas en Mestalla. De esas siete últimas rondas, el Valencia suma un mejor balance que el Barça. Ha ganado cuatro, por tres su rival. En el resto de enfrentamientos sucedidos antes, entre 1925 y 1963, el conjunto de Mestalla sólo había sido capaz de doblegar a los azulgrana en dos ocasiones. De las 19 veces que se han visto las caras, incluidas tres finales, en doce eliminatorias se impuso el Barcelona y en siete el Valencia. Un dato curioso: en sus últimos títulos de Copa (1979, 1999 y 2008), los blanquinegros dejaron en la cuneta a los azulgranas.

El destino caprichoso ha dejado en la hemeroteca, además, dos grandes victorias del Valencia sobre el Barça en la Copa en temporadas desdichadas de los blanquinegros en la Liga. Exactamente como ahora. Ocurrió en la campaña 2007-08, inevitablemente comparada con la actual. El conjunto valencianista, entonces dirigido por Ronald Koeman, se cruzó con el equipo de Guardiola, también en semifinales, con el rol de víctima. Una excelente actuación de Hildebrand y un gol de Villa en la ida (1-1) permitió al Valencia afrontar con muchas garantías el encuentro de vuelta. El partido de Mestalla respondió a las expectativas: 3-2 y a la final. El Valencia, autogestionado por la plantilla ante la falta de gobierno del técnico holandés, firmó su último título oficial al doblegar al Getafe en la final.

La remontada jamás contada

En la temporada 1998-99, el Valencia superó al Barça en los cuartos de final en otra ronda apoteósica (2-3 en el Camp Nou y 4-3 en Mestalla). Pero la eliminatoria en mayúsculas se dio en 1979 en un duelo estratosférico de octavos de final. Tras perder el Valencia 4-1 en la ida, Mestalla asistió a uno de los mejores partidos que se le recuerdan al Valencia. Firmó una remontada histórica (4-0), con una actuación estelar de Diarte, Bonhoff y Kempes. Al día siguiente, el presidente del Barça Josep Lluís Núñez, en su primera temporada en el cargo, destituyó al entrenador, Lucien Muller, y dejó el equipo en manos de los exfutbolistas Rifé y Torres. Aquella noche estelar quedó marcada en la memoria por una imagen épica: Kempes cambiándose el pantalón, en la banda, después de ser desgarrado por un defensa en su intento por frenarle. El Valencia se deshizo después del Alavés y del Valladolid, antes de medirse con el Real Madrid en la final, en el Vicente Calderón. La final de los dos goles de Kempes con la pierna derecha. Un año antes de que el conjunto de Mestalla levantase la Recopa de Europa (competición que enfrentaba a los campeones de Copa) en Heysel (Bruselas).

En la memoria del valencianismo está grabada, también, la emocionante eliminatoria de la campaña 1991-92. Ante el «dream team» que ese año se proclamó campeón de Europa en Wembley, el Valencia que entrenaba Gus Hiddink disputó otra ronda de octavos de final excitante. Mestalla asistió a una victoria cómoda (2-0) en la ida. En la vuelta, el encuentro llegó a la prórroga con 3-1 en el marcador —los goles fuera de casa, entonces, no tenían valor doble—. El Barça se colocó 4-1 y Carlos Arroyo equilibró la eliminatoria, en la última acción. Bajo la lluvia, el Valencia ganó en los penaltis, con aquel lanzamiento definitivo de Fernando Gómez a la escuadra.

En 1963, la eliminatoria de semifinales hubo de ser resuelta en un partido de desempate. Ganó el Barça 0-1. Antes, se habían enfrentado en ocho ocasiones desde 1925, con un balance favorable al Barça que luego el Valencia fue equilibrando en la historia reciente.

Dos finales a una a favor del equipo azulgrana

El Valencia y el Barcelona se han visto las caras en tres finales de Copa del Rey, con un balance favorable a los azulgrana. La primera vez fue en 1952, en el estadio Chamartín, donde el Barça de Kubala y compañía venció por 4-2 en la prórroga. El Valencia llegó a avanzarse por 0-2, pero echó por tierra su ventaja. Los dos equipos se vieron las caras, otra vez, en el mismo estadio en 1954. El Valencia ganó con rotundidad (3-0) en el partido que pasó a la historia por la celebración del portero Quique, sentado en el larguero. La tercera final entre ambos equipos se jugó en 1971, de nuevo en el estadio de Real Madrid. El Valencia volvió a desaprovechar un 0-2 a su favor y perdió 4-3 en la prórroga.