No le peguemos más vueltas. O esto pega un cambio radical o el Valencia no va a tener más remedio que coger el toro por los cuernos y plantarse ante su realidad. A día de hoy y tras once jornadas sin ganar en la liga, este equipo va a tener que pugnar por eludir el descenso.
Gary Neville puede decir que está contento, que va a dormir tranquilo, que el equipo mejora, pero la puñetera realidad es que a cada jornada que pasa y que no ganas, te sitúas más cerca de las posiciones letales de la tabla. Neville dijo que lo visto le dejaría dormir. Pues mire, señor Neville, felicidades por conciliar el sueño. Pero la gente que siente el Valencia dudo que haya pasado una buena noche, y están viviendo una temporada terrorífica.
Lo más suave que se puede decir del equipo ayer es que fue vulgar. ¿Que tuvo oportunidades? Hombre, sólo faltaba que contra el Sporting y en Mestalla no las tuviera. Pero yo veo jugar a este equipo y no veo nada que me diga que hay un factor sorpresa que pueda desequilibrar al rival para tumbarlo. Este grupo con el balón en los pies emana una previsibilidad que le lleva a donde lo tiene. No hay más que mirar la clasificación. El resto «parole, parole, parole...».
Igual me paso de dramático, pero yo ya tengo el miedo en el cuerpo, y en lugar de estar pensando en las semifinales de la Copa del Rey ante el Barça, miras la tabla en la liga y me entra un canguelo de tres pares de narices. Desde que Gary Nóvel es el entrenador del Valencia CF no he visto mejoría en nada. Pero en nada.
Me gustaría ser optimista, pero no le peguen vueltas: once jornadas sin ganar. Yo oigo a Neville en las ruedas de prensa, y percibo lo mismo que con Nuno: autocrítica, cero. Y si no asumes tener un problema, que lo tienes, difícilmente vas a tener una solución.
Y hay que buscar una solución, porque el equipo se va para abajo.
