En mis quince años trabajando en el Valencia nunca me tocó vivir, ni de lejos, una situación como ésta. Lo peor no es la situación en sí, lo peor es saber si las personas que dirigen el Club en este momento tienen capacidad suficiente para aportar soluciones. Empezando por el entrenador. Tengo muy claro que Jesús García-Pitarch sí la tiene.
Por tanto no puedo aportar, desde mi experiencia, muchas soluciones a esta deprimente etapa que estamos viviendo. Aunque sí puedo apuntar que el fútbol no es muy diferente a otras empresas, pero sí tiene su manual. Además, tengo muy claro que todo lo que ocurre en el terreno de juego es fiel reflejo de la gestión en los despachos. Eso es así y siempre será así. El Valencia no tiene un plan y si alguna vez lo ha tenido, era muy mal plan.
Ahora llega el momento de tomar muchas decisiones. Rápida y sobre todo acertadas. Y precisamente el Valencia no está siendo muy ágil en este sentido. La única persona que puede tomar decisiones es Peter Lim. Otra cosa es si es él la persona más indicada. Ahora todo el mundo, entrenador, jugadores, afición, ejecutivos varios y medios de comunicación miran hacia Singapur. A ver que se decide y que nueva ocurrencia llega a nuestra ciudad. Miren, esto del fútbol y del Valencia en concreto no es una broma.
Me preocupa mucho el mal ambiente que se respira en la ciudad. Los aficionados se pasan la semana analizando esta situación y se producen auténticas batallas dialécticas en numerosos foros valencianistas. Todo lo que está ocurriendo a nivel social es consecuencia directa de los malos resultados. Pero de paso nadie olvida el periodo negro que el club vivió en su proceso de venta. Hay valencianistas de primera y de segunda, buenos y malos, de la caspa y de los guays y eso es lamentable.
Yo lo tengo claro. El club necesita a personas que traten de ofrecer un mensaje de unidad y de esperanza. Que se tomen las decisiones desde aquí. Que den respuesta a los temores de los aficionados y que se deje de una vez por todas la improvisación.
El Valencia tiene equipo y jugadores suficientemente preparados para acabar la temporada de una forma digna y sin sobresaltos. Pero, por favor, dejen que las decisiones las tomen los que saben. Verán como todo es más sencillo. Pero no olviden que este es el Valencia que muchos han querido. Por cierto, no se si en su día Aurelio Martínez quiso referirse al Borussia Dortmund o al Werder Bremen. A quina mala hora...
