El partido ante el Espanyol sirvió para dejar atrás la mala racha y a su vez para ver el primer gol de Cheryshev con la camiseta del Valencia. El ruso participó en un choque que llevaba consigo la etiqueta de «final» y junto a él también estuvo en el once titular Siqueira, el otro fichaje de Suso García Pitarch. El director deportivo, desde la grada, tomó nota de los avances de los dos futbolistas y a su vez de Gary Neville, quien tenía la obligación de sacar su primer triunfo desde que se sentó en el banquillo de Mestalla.

Desde que Suso García Pitarch aterrizó en Valencia, las prisas comenzaron a ser sus compañeras de viaje. Prisa por traer jugadores y por que el equipo comenzara a ganar y en esa carrera entró en acción su capacidad para fichar en el mercado invernal. En ese momento entró en juego el cara a cara de Pitarch con Neville. La preferencia del inglés era Mario Suárez y en el otro costado estaba Mosquera. En el encuentro de Riazor sin embargo el director deportivo encontró el visto bueno de un técnico que se encandiló con el juego del gallego.

Con todo de cara, el fichaje se truncó con la negativa del futbolista y entonces apareció en escena Siqueira. Sin minutos en el Atlético de Madrid el lateral zurdo encontró en Mestalla su oportunidad. Con Gayà como máximo rival, su misión es encontrarse a sí mismo y a aquel futbolista que en el Granada se convirtió en el objetivo de muchos clubes de primera, incluído el Real Madrid.

Tras la llegada del lateral izquierdo apareció otro zurdo y por el mismo precio (200.000 euros cada uno la cesión). La demanda de la afición y tal vez la necesidad del equipo no estaba en ese perfil pero entonces apareció un jugador distinto, vertical y además con gol, como ya demostró ante el Espanyol. Cheryshev encuentra luz en la banda izquierda al igual que hizo Suso García Pitarch a mediados de los 80 con la camiseta del Valencia. El único inconveniente para Peter Lim es la cesión sin opción de compra de un jugador que ya ha conectado con la grada de Mestalla.

Con el mercado de fichajes cerrado el trabajo de Suso García Pitarch es conseguir que Neville encuentre resultados. Consciente del poder que le ha otorgado el máximo mandatario al entrenador inglés no es fácil dominar un terreno en el que su influencia resulta relativa. Con mucha mano izquierda y con la paciencia necesaria, el director deportivo afronta ahora los últimos meses de una temporada que puede entenderse como de transición, para llegar a un verano que se antoja más que movido. Por ello sigue con la búsqueda de jugadores y ayer estuvo en el Coliseum para ver el encuentro entre el Getafe y el Atlético de Madrid.

Gary Neville: «Esto está siendo una maldita broma»

El partido ante el Espanyol dejó algunas imágenes del Neville más nervioso. Pendiente del reloj, del cuarto árbitro e incluso convertido en un recogepelotas cuando el balón salía del terreno de juego. Eso sí, hubo un momento que supuso más tensión para él. Con el 0-1, desde el área técnica gritó en inglés «esto está siendo una maldita broma», algo que también puede entenderse como que el partido se había vuelto loco. Al final del duelo y ya relajado, Neville celebró el triunfo.