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Análisis

El mejor partido que se recuerda

El Valencia CF deja sentenciada la eliminatoria ante el Rapid tras jugar un encuentro brillante - La primera mitad, con Mina de protagonista, fue realmente espectacular

El mejor partido que se recuerda

­El Valencia CF dejó ayer sentenciada la eliminatoria de la Liga Europa ante el Rapid de Viena, después de jugar el mejor partido desde que Gary Neville se hizo cargo del banquillo de Mestalla, y yo diría que el mejor encuentro que se le recuerda al conjunto valencianista desde hace mucho tiempo. Un 6-0 rotundo. Espectacular. Con un primer tiempo sensacional. Además de afrontarlo concentrados y con la intensidad necesaria que requiere una competición europea, los jugadores del Valencia estuvieron muy acertados de cara a la portería rival. Estas son las claves de un encuentro más cómodo de lo esperado:

Una primera mitad para enmarcar

El Valencia CF salió en tromba. Con muy buena energía. Los futbolistas estaban metidos en el partido desde el primer minuto. Por eso, no fue de extrañar que el primer gol llegara muy pronto. Pero fue inesperado que llegarán hasta cuatro más en este período. Hasta cinco. La primera parte de ayer fue perfecta. Para enmarcar. El Valencia desplegó un fútbol de mucho nivel, con un juego moderno, rápido y vertiginoso, de tremenda pegada, que le sirvió para pasar por encima de un Rapid muy flojo y desdibujado como si de una apisonadora de tratara. Parejo en la elaboración, André Gomes en el desborde, y sobre todo Santi Mina, fueron decisivos para destrozar al conjunto austríaco.

Santi Mina irrumpe con mucha fuerza

Ya que hablamos de Santi Mina, mención especial merece dedicarle unas líneas. Porque, su primer tiempo, fue espectacular. El futbolista ha tenido una irrupción tardía, estaba muy desacertado esta temporada, pero ayer se destapó. Y de sobra. Con ganas. En cuarenta y cinco minutos marcó dos goles, dio tres pases de gol a sus compañeros, y no sólo no perdió ni un balón sino que ayudó a recuperarlos. Trabajó como si de un defensa más se tratara. Mina ya ha explotado. Ahora sólo falta que tenga continuidad en su juego. Y que sea mucho más regular. El equipo lo agradecerá.

El Rapid de Viena llega «acongojado» a Mestalla

El Rapid de Viena venía de jugar una muy buena primera fase de esta competición. Y se antojaba como un equipo a tener muy en cuenta no sólo por su buen momento de juego, va segundo en su liga y cotiza al alza, sino porque estaba plagado de jugadores con ganas de hacerse un nombre en el panorama futbolístico europeo. Son chavales con ganas. De nuevas generaciones austríacas. En Villarreal dejaron muy buen sabor de boca. Pero ayer saltaron al césped de Mestalla muy «acongojados». Flojos en defensa y romos en ataque. Derrotados y vencidos. Les pesó demasiado la responsabilidad y ese «miedo escénico» del que hablaba Jorge Valdano. A mi me decepcionaron. Muchísimo. Porque tiraron la eliminatoria en la ida igual que hizo el Valencia CF en la Copa del Rey ante el FC Barcelona. Los numerosos aficionados que congregaron en el estadio se hundieron conforme llegó el chorro de goles valencianista.

La segunda parte sobró, pero se redondeó el triunfo

El Valencia ya había dejado sentenciada la eliminatoria. Porque un 5-0 era casi imposible de remontar. Pero, por si había alguna duda, Rodrigo marcó el sexto tanto tras un pase de Barragán. Este segundo período sobró. Apenas aportó nada para el desarrollo del encuentro. Porque los de Neville, que decidió mover el banquillo pensado en el próximo compromiso liguero ante el Granada, se limitaron a controlar el partido sin darle ninguna opción al contrario. El Rapid, que debería de haberse animado un algo más en ataque para tratar de marcar un gol, tampoco hizo nada del otro mundo y salió con los brazos gachos tras el descanso. El Valencia consigue una victoria que le reforzará la moral para el choque liguero ante el Granada.

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