«Gary Neville no puede cambiar de opinión porque queda en evidencia». Así de tajante se mostraba ayer el excapitán valencianista Fernando Gómez al ser preguntado por la decisión del entrenador del Valencia CF de cambiar de planes a petición popular, en la sustitución que efectuó durante el partido ante el Atlético de Madrid en Mestalla del pasado domingo.

Neville iba a dar entrada a Negredo para tratar de remontar el 1-2 que a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro reflejaba en el marcador. Pero, tras enterarse por el delantero de que Aderlan Santos había sido expulsado, optó por meter en el campo a Abdennour pese a que el central argelino no había ni calentado. Cuando se escucharon los gritos de la grada de Mestalla «Negredo, Negredo», pedían a gritos los aficionados, y a instancias de su cuerpo técnico, Neville dio un giro a sus intenciones previas y apostó por meter en el campo al siete en lugar de Javi Fuego (m. 83).

«Es un error también del cuerpo técnico, porque no pueden hacer caer en evidencia a su entrenador delante de la afición», explicaba Fernando. Para el ex jugador y ex vicepresidente del club de Mestalla: «Parece que la afición te ha obligado a realizar esa sustitución, la que ellos querían, y no la que habías pensado. Si hubieses metido a Abdennour en el campo, como era tu idea inicial, la grada te hubiera criticado por ser un entrenador amarrategui. Pero cuando das entrada a Negredo, como te pedía a gritos la gente, te pueden acusar de falta de personalidad y de ser un correveidile», añadía Fernando.

En esa misma línea se manifestaba también Javier Subirats. Para el que fuera centrocampista y director deportivo del Valencia CF, «un entrenador no se puede plegar a los caprichos del público porque entonces todo se convierte en un plebiscito. Y esa es la sensación que se nos quedó a todos cuando vimos en el campo lo que pasaba», señaló. Subirats no recordaba haber vivido una situación similar en toda su carrera deportiva: «He visto muchas veces cómo el público pedía a jugadores, porque la hinchada siempre tiene sus preferencias, pero nunca había visto que un entrenador sacara al jugador que quiere la gente».

El hoy comentarista de este periódico entendía los planes que, en un principio, quería llevar a cabo Neville. «Con desventaja en el marcador y un central expulsado, puedo llegar a entender que metas a un central en el campo como Abdennour. Pasas a jugar 1-4-4-1 y confías en poder igualar en una acción a balón parado, por ejemplo. Esa era la idea que llevaba cuando se entera de que han expulsado a Santos. Pero a mí lo que me sorprende es que Neville dijera que no se había enterado que habían expulsado al jugador, es muy extraño que el entrenador, incluso estando delante, no se entere».

Otro de los ex valencianistas que piensa de una forma similar era Álvaro Cervera. El ex delantero del Valencia CF y actual entrenador considera mucho más lógicas las explicaciones que ofreció el técnico a posteriori, que su falta de cintura tras lo sucedido en Mestalla. «Desde fuera la sensación que da el entrenador es que no tiene controlado el tema. A un entrenador se le pide que tome decisiones seguras, independientemente de que luego acierte o se equivoque, pero lo que pasó con el cambio de Negredo chirría un poco. Parece que no tiene las cosas claras€».

Álvaro, que piensa como entrenador, entiende que no era mala la idea de dar entrada a Abdennour cuando expulsaron a Santos. «El Atlético estaba demostrando que era superior a ti. Y con once contra diez, pues mucho más. Era lógico sacar un central para apuntara atrás y aprovechar alguna jugada para tratar de igualar. Pero lo que no puede pasar es que se viva esa incertidumbre en el campo».