La única consecuencia directa que tuvo la derrota contra el Celta de Vigo fue que el técnico Gary Neville anunció, previa conversación telefónica con Roy Hodgson, seleccionador inglés, que retrasará tres días su incorporación a la concentración del combinado británico para atender la crisis galopante que sufre el Valencia. La decisión fue consensuada también con la presidenta del club, Layhoon Chan, el director deportivo Jesús García Pitarch y el director de comunicación, Damià Vidagany.

«Acabo de hablar con Hodgson y me voy a quedar en Valencia, creo que es lo correcto. Me iré el jueves por la tarde, y los jugadores librarán viernes, sábado y domingo. Solo estaré fuera una sesión y media», señaló.

Neville recordó que, a pesar de que estaba pactado en su contrato que en este parón tendría que concentrarse con Inglaterra, una selección seguida por «60.000 millones de aficionados», el técnico entiende que también no procede ausentarse de un club como el Valencia «seguido por tres millones de personas». «Cuando me vaya no quiero que se diga que no he estado implicado y concentrado al 100 % en el Valencia», recalcó Neville.

El cambio de opinión tiene un efecto sobre todo de imagen. El técnico ya había justificado en las dos últimas semanas que su viaje con la selección inglesa no alteraba la dinámica de trabajo del Valencia durante el parón liguero, ya que los jugadores no internacionales iban a quedar bajo la tutela del numeroso cuerpo técnico y con unas pautas ya plenamente coordinadas. De hecho, el técnico afirmó que las críticas recibidas por este tema tenían un enfoque más demagógico. Sin embargo, las consecuencias de la derrota con el Celta le han obligado a matizar su planteamiento.