Eran las 17:45 horas cuando Gary Neville, ya vestido con un chándal no oficial del club, se despedía brevemente de la plantilla del Valencia y abandonaba las instalaciones de la ciudad deportiva de Paterna por una puerta trasera, la del estadio Antonio Puchades. Toda una metáfora que ponía fin a la breve y amarga experiencia de Neville como entrenador del club de Mestalla. Cuatro meses en los que no solo no se ha mejorado la imagen dejada por su predecesor, Nuno Espirito Santo, sino que además los resultados y el rendimiento han empeorado notablemente. Le sustituye Pako Ayestarán, que ayer ya dirigió la sesión vespertina del primer equipo.

La destitución de Neville estaba ya decidida desde la última derrota del Valencia, en casa ante el Celta de Vigo (0-2), que levantó la protesta airada de Mestalla al grito de «Gary vete ya» y evidenció que la situación ya no tenía vuelta atrás. Sin embargo, si no se hizo oficial en aquel momento fue por una cuestión meramente formal, para evitar al técnico el escarnio público y todo el ruido mediático que se habría desatado en su llegada a la concentración de la selección inglesa, en la que es segundo técnico de Roy Hodgson. Se ha querido buscar el momento ideal para una decisión de la que hasta ayer por la tarde no tuvo conocimiento la primera plantilla.

La misión de Ayestarán, que cuenta con buena consideración dentro de la plantilla, pasa por estabilizar a corto plazo la situación del equipo, asegurar la permanencia lo antes posible y acabar de la forma más digna posible una temporada que se recordará como mediocre. Una de las primeras decisiones del técnico vasco, componente del cuerpo técnico de la gloriosa etapa del doblete como preparador físico del equipo que dirigía Rafa Benítez, ha sido la de prescindir de Miguel Ángel Angulo, uno de los técnicos asistentes que incorporó Neville, así como del preparador físico Jordi Sorlí. Ayestarán se rodeará de personal de su entera confianza, como José Viela como responsable físico y David Caneda como segundo entrenador. Con ambos coincidió en su etapa en el Estudiantes Tecos y Santos Laguna de México, así como en el Maccabi de Tel Aviv.

Se da la circunstancia de que Caneda ya podría haberse incorporado al club con la llegada de Ayestarán, a mediados de febrero, pero un polémico tuit frenó su fichaje. Caneda ironizaba sobre los méritos de Neville para ocupar el banquillo del Valencia: «¿Qué hace que Terrazas entrene en el Mirandés y Neville en el Valencia? La vida misma...» rezaba un mensaje que fue borrado con posterioridad.

Por otro lado, Phil Neville, continuará en el cuerpo técnico del primer equipo y no ligará su futuro al de su hermano Gary.

«No he estado al nivel»

En un breve comunicado facilitado por el propio club, Neville reconocía no haber estado a la altura de las exigencias mínimas del Valencia «Los resultados no han estado al nivel que me exijo y al que requiere este club. Quiero dar las gracias al Valencia Club de Fútbol, a los aficionados, al cuerpo técnico, a los trabajadores y a los jugadores. Me hubiera gustado continuar con el trabajo que empecé, pero entiendo que estamos en un negocio que se basa en los resultados», finalizaba el excapitán del Manchester United, que recordaba que dejaba un balance de diez victorias, siete empates y once derrotas en partidos oficiales. Unas estadísticas matizadas en parte por el aceptable papel que el Valencia protagonizó en la Copa del Rey (semifinales) y Liga Europa (una explosiva eliminatoria ante el Rapid), pero que no salvan la caída libre sufrida en la Liga. En cuatro meses, entre lesiones, irregularidad en el juego y malos resultados, el equipo ha quedado solo a seis puntos de los puestos de descenso. El Valencia siguió sin puntería y aumentó su inseguridad defensiva.