«Nunca he repetido un ejercicio en un entrenamiento en todo el año», confesó Pako Ayestarán en su etapa de preparador físico del Liverpool, cuando compartía confidencias y éxitos en el club de Mersey con Xabi Alonso, Carragher y Gerrard, tutelados por Rafa Benítez en el banquillo (fueron campeones de Europa en la inolvidable noche de Estambul ante el Milan en 2005). Tal es el perfeccionismo de este vasco discreto y obsesivo con su trabajo, de 53 años, licenciado en Educación Física y Máster en Alto rendimiento del COE, que asume ahora la dirección del Valencia para las ocho jornadas restantes de Liga.

Ya entonces Pako Ayestarán tejió una empatía con los futbolistas (ausente en Benítez) que ha vuelto a tejer en los dos meses de entrenamientos en Paterna como ayudante principal de Gary Neville. Algunos veteranos habían perdido la fe en el técnico inglés y han aplaudido la llegada de Pako. Ayestarán ya tiene el análisis de la plantilla, ahora debe ejercer su autoridad, limitada hasta ayer por el respeto al primer entrenador. Para aceptar el cargo, Ayestarán solo ha puesto una condición: el visto bueno de Gary Neville, pues fue el británico quien lo trajo a Mestalla por una recomendación de Carragher. Y no quería pasar por un traidor a Neville.

¿Cómo entiende el juego Pako Ayestarán? Trata de adaptarse a las características de sus jugadores, pero, si puede, prefiere dar libertad a los más creativos y apuesta por un fútbol de ataque, además del rigor táctico del que bebió de Benítez. Se ha reconciliado, por cierto, con el preparador madrileño después de años de distanciamiento: quedaron hace poco en Liverpool (donde residen las familias de ambos) para restañar las heridas de cuando Pako abandonó Mersey acusado por Rafa de haberlo «traicionado» por haber estado hablando «con otros clubes». Habían trabajado 11 años juntos: desde Osasuna, allí se conocieron en 1996, pasando por el Extremadura, al que subieron y bajaron en dos años, el Valencia (dos Ligas y una Liga Europa) y, por supuesto, el Liverpol.

Emery, Quique Flores y Benítez

Ya entonces, en 2007, Pako quería volar solo. Como le sucedió en su segunda etapa en el Valencia, en 2010-11, cuando abandonó a Unai Emery porque decidió probar por su cuenta. También quedaron hace poco los dos técnicos vascos para olvidar desencuentros. De hecho, Pako ha colaborado con tres de los entrenadores de la historia reciente del Valencia. También acompañó a Quique Flores, tanto en el Benfica, en 2008-09, como en el Al-Ahli, de Emiratos Árabes, en 2011-12.

Ayestarán abandonó sin pensarlo la zona de confort de ser considerado el mejor preparador físico del mundo, cobrando también como el número 1, para perseguir el desafío de ser primer entrenador. No le faltó valor ni le cayeron los anillos para empezar en un club de la Segunda División mexicana, el Club Deportivo Estudiantes Tecos.

La oportunidad de su vida

Sus ganas de ser entrenador le llevaron al Maccabi de Tel Aviv, donde logró el triplete. El director deportivo del conjunto israelí, Jordi Cruyff, trató de recuperarlo hace unos meses. Pako sabe que ahora está ante la oportunidad de su vida: no es nada fácil, porque le quedan por delante el Sevilla, el Barça y el Madrid como rivales, pero nadie le dijo que su carrera iba a serlo. Más bien ha sido una montaña rusa. Le van los grandes retos y no tiene tiempo que perder ni le faltan conocimientos.