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Análisis

Suso y Pako pasan a la acción

Los dos hombres fuertes del club van a tratar de cambiar no solo la cara del equipo sino las estructuras de la entidad

Suso y Pako pasan a la acción

El momento de la verdad en el fútbol es el de los cambios de jugadores en la fase más delicada de los partidos. El entrenador está solo ante el peligro. Debe decidir rápido y acertar, con toneladas de presión a sus espaldas. Valverde, por ejemplo, es una flecha en eso. Y ahí es donde Gary Neville, un excelente analista de televisión, fracasó con estrépito.

Quienes pensaron que García Pitarch iba a permanecer impasible mientras se quemaba el rancho, a la sopa boba de un suculento contrato, no conocían a Suso. El director deportivo se marchó a Singapur para explicarle cara a cara a Peter Lim (si la montaña no viene a Mahoma...) todos los males del Valencia. Y de paso se llevó consigo a Pako Ayestarán, otro hombre de acción, para afianzar la intención de ambos de darle la vuelta a la entidad.

Si realmente Lim piensa en un Valencia a largo plazo, mejor dejarlo en manos de conocedores del negocio. Anteponer los intereses colectivos a los individuales. Pensar qué puede hacer cada uno por el club antes de preguntarse qué está haciendo el club por cada uno (parafraseando a Kennedy). Estas ideas, expuestas por Ayestarán de una manera tosca porque él, al contrario que Neville, no es un gran orador, encandilaron la semana pasada a Lim.

Y también pueden llegar a los jugadores, que quieren ideas simples «trabajadas hasta la extenuación», según dijo el nuevo entrenador. A los futbolistas les envió ayer Suso un mensaje inteligente: «Son los que más sufren, les mandamos nuestro afecto, pero también les exigimos». Saben Pitarch y Ayestarán que los dos están en manos de los jugadores y conviene convencerlos más que amedrentarlos.

Es el primer paso. Luego, asegurada la permanencia, se trataría de despertar otra vez la ilusión de los aficionados, tan machacada por la barbaridad inicial de dejar la entidad en manos de Nuno y Jorge Mendes. Ese despertar del hincha pasa por los fichajes. Perfiles opuestos a los del pasado verano. El Valencia no es un club para la formación. Es un grande de Europa al que se le exige espectáculo y eficacia. Se necesitan profesionales con oficio que sepan templar la cólera de una grada tan excesiva como la de Mestalla.

Nuevo equipo de Ayestarán

Es comprensible que Ayestarán haya querido trabajar con su gente (David Caneda y José Viela) para este final de Liga, el mayor reto de su carrera. Siete semanas a toda pastilla. Angulo no pintaba nada en este equipo, como tampoco pintó nada en el de Gary Neville (una pintura decorativa de valencianismo). Pako necesita gente comprometida. Ya no valen medias tintas. En eso es muy vasco: lenguaje rudo, franco, sin alharacas. Directo al corazón de la grada y del vestuario.

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