Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El borde del área

Méritos

Méritos

Es justo ahora cuando toca parar, mirar y bajarla al césped. Tras el estallido de júbilo del 2-1 que te da media permanencia. Sí, media permanencia. Manda narices tener que estar hablando de esto a estas alturas de la temporada, pero es cierto. Aunque para ser justos habría que rebobinar y reconocerle a cada uno en su justa medida los méritos contraídos y que llevaron a esa agónica pero balsámica victoria.

El Valencia ganó ayer gracias a la pelota parada. En ese tipo de acciones generó ayer más peligro que en todo el resto de la temporada. Eso es trabajo de entrenador. Así que, tanto para Pako Ayestarán. También en el juego con la pelota. Se vió una idea con el 0-0, con el 1-0 y hasta que la gasolina duró. Ese es también mérito del entrenador. Eso y saber que no podía hacer revoluciones. Si hubiera apostado por ocho cambios y darle la vuelta al equipo en 15 días probablemente hubiera empeorado las cosas. Esto da para soluciones de emergencia. Primero las que no se ven, las anímicas. Decretar dos días casi de ejercicios espirituales. Dos días obligando a la plantilla a comer juntos, hacer grupo. Romper rutinas entrenando un día en El Saler...

Todo eso es labor de entrenador y cabe destacarla. Pero los que ganan y los que pierden son los futbolistas. Para bien y para mal. El buen partido de ayer „repito, hasta que duró la gasolina„ es cosa de los futbolistas. De igual manera que la lamentable temporada que lleva el Valencia CF es resposabilidad exclusiva de los jugadores. Ellos son los principales responsables de lo que ocurre sobre el verde.

No es esta una plantilla para proponerse ganar la liga. Si me apuran, ni siquiera para estar entre los cuatro primeros. Pero jamás es esta una plantilla para estar luchando por no perder la categoría.

No cumplir los objetivos por arriba es responsabilidad de los que han deshecho el club en estos últimos nueve meses con decisiones lamentables. Estar pugnando por el descenso es una responsabilidad de los futbolistas. Y a ellos hay que agradecerles no estar ahora hablando más aún del descenso.

Ahora sólo falta que el paroxismo que se vivió ayer en Mestalla no nuble la vista a la hora de tomar este verano las decisiones oportunas.Que no lo olviden. Esta temporada se comenzó a torcer cuando no se hizo absolutamente nada con sentido común. Y el sentido común en el fútbol no te asegura el éxito „nada lo asegura„, pero evita de una manera evidente el fracaso. Y lo de este año es un fracaso que parece que va a tener solución sólo al final.

Ese será el mérito que les tocará labrar a los que mandan.

Compartir el artículo

stats