El Valencia CF realizó ayer un gran partido y logró una trabajada victoria ante el FC Barcelona, que no hace sino confirmar su mejoría en esta tramo final de campaña, y reivindicarse como equipo ante un rival que se jugaba la Liga. El encuentro de los de Pako Ayestarán fue muy bueno en líneas generales y, aunque es cierto que tuvieron algo de suerte, nada se puede decir en contra de este triunfo. Estas son las claves de la victoria:
El Barça apuesta por la posesión y el Valencia por el contragolpe
El Valencia CF planteó su partido con una idea muy clara: Presionar al rival en el centro del campo, donde trabajó todo el mundo, y tratar de robar la pelota para salir con velocidad al contragolpe. El Barça, por su parte, presentó una mejor imagen que en sus anteriores partidos. Presionó un poco más, tocó y tocó el balón hasta convertirla posesión en un monólogo, y muy pronto comenzó a disfrutar de claras ocasiones de gol. Messi y Neymar se plantaron en situación de uno contra uno ante Alves en quince escasos minutos, pero el portero brasileño estuvo muy acertado a la hora de evitar el primer tanto local. También la tuvo Luis Suárez, pero no logró anotar.
Alves evita las ocasiones de gol y el Barça evidencia sus carencias defensivas
Lo de Alves es destacable. En menos de 25 minutos desvarató hasta cuatro ocasiones muy claras que tuvo el Barça para marcar. Algunas de ellas, sobre todo dos de Messi, fueron dos grandes intervenciones del portero. Y de las manos de Alves, pero sobre todo de la fragilidad defensiva del Barça, llegó el primer tanto del Valencia CF. Está claro que hubo algo de suerte en el centro-chut de Siqueira, que acabó en la red de Bravo tras golpear en Rakitic, pero también hay que señalar que el conjunto de Luis Enrique evidencia una falta de seguridad y contundencia defensiva importante. El gol del Valencia, más que méritos de los de Pako Ayestarán, es por algo de fortuna. Sobre todo porque el conjunto azulgrana tuvo antes hasta cuatro ocasiones muy claras. Pero esta es la grandeza del fútbol. Y también aquel tópico de «El que perdona, pierde».
Tras el gol de Siqueira, se ajustan mejor las marcas y se juega con solvencia
El Valencia CF, que había salido con algo de dudas, aprovechó el gol de Siqueira para serenar su juego. El equipo de Ayestarán ajustó mejor las marcar y disfrutó de mayor solvencia en su fútbol. Aunque se vieron algunos fallos puntuales de futbolistas, y cierta inseguridad individual debido a la calidad de los jugadores azulgrana, lo cierto es que el equipo se encontró mejor en el terreno de juego. Aunque el Barça tuvo ocasiones, Messi disfrutó a falta de diez minutos de otra clara oportunidad que detuvo Alves, el Valencia había mejorado mucho su juego.
De menos a más hasta marcar el segundo tanto por medio de Santi Mina
Prueba de la mejoría en el juego del Valencia CF fue el gol de Santi Mina. El 0-2. El tanto, que llegó al filo del descanso, en los minutos psicológicos, encarrilaba el partido. El Valencia había ido de menos a más y se fue a los vestuarios con una ventaja importante. Se superaron los nervios iniciales, las dudas, se juntaron más las líneas, y se resolvió al contragolpe. Porque, desde el tanto de Mina, el Barça no tocó el balón por el medio como acostumbra. Los dos goles los habría firmado todo el mundo.
El Valencia jugó con la ansiedad del Barça en la segunda parte
El Valencia CF jugó con la ansiedad del Barça durante el segundo tiempo. Los de Luis Enrique se jugaban la Liga. Y los nervios comenzaron a aparecer en el Camp Nou. Por este motivo, el equipo valencianista fue inteligente y supo aprovechar esta incertidumbre para ir cotizando al alza en el choque. El Barça no tenía las mismas claras ocasiones de gol que en el primer tiempo, por una parte a causa de los nervios, pero también porque el Valencia CF estaba replegando muy bien las filas. Tan sólo Messi parecía estar al nivel y a la altura que debía el partido, porque los jugadores del Barça ya se encaraban entre ellos como Pique, Mascherano y Sergi Roberto
Messi aparece cuando el Barça más lo necesita, pero no resuelve
Decíamos que Messi era el único que estaba a la altura del partido, y el delantero argentino apareció cuando su equipo más lo necesitaba. En uno de los pocos fallos defensivos del Valencia en este segundo tiempo, Messi estuvo acertado para marcar a los veinte minutos de esta mitad. Quedaba mucho tiempo, y se temía a que en algún momento, pudiera llegar el segundo tanto local. Pero el único que parecía que podía marcar era Messi. Porque ni Neymar ni Suárz ni Piqué, que tuvo una muy clara, estaban acertados. Messi asumió la responsabilidad, pero el Valencia CF había crecido como equipo y, aunque se replegó en exceso y lo pasó mal, también lanzó algún que otro contragolpe „sobre todo de Alcácer„ que pudo valer el tercer gol. Al final, el marcador no se movió.
