La amistad del propietario del Valencia, Peter Lim, con el representante de futbolistas Jorge Mendes le ha salido muy cara al Valencia. El club de Mestalla ha superado los fracasos de la época de Juan Soler en lo que a a relación precio-rendimiento de futbolistas se refiere, con algunas excepciones (Banega, por ejemplo, ya que sus 18 millones de coste resultaron relativamente rentables). Con el empresario de Singapur, los gastos en futbolistas se dispararon hasta los 142 millones de euros, incluyendo a los jugadores que ya recalaron la temporada anterior en el equipo: Rodrigo (30 millones), Negredo (30), André Gomes (15) y Cancelo (15). A ellos se unieron el pasado verano Abdennour (25), Santi Mina (10), Aderlan Santos (10), Ryan (7), además de la cesión de Danilo. Todos, excepto el delantero vallecano, son de la órbita de Mendes. El agente ha recibido en los últimos meses el azote de la web Football Leaks, que ha puesto al descubierto hasta cinco de las operaciones del Valencia con futbolistas de su dominio. El último, el de Danilo Barbosa, salió ayer a la luz. Y el documento resultó especialmente revelador: el brasileño, de 20 años y cedido por el Sporting de Braga, cobra un sueldo de 1,3 millones de euros. Una ficha altísima en comparación a la de cualquier futbolista novel en la Liga BBVA. Muchos de los jugadores del Villarreal, algunos con más de 8 años de experiencia en Primera División, no llegan a esa nómina.

Danilo, relegado a la suplencia con Pako Ayestarán (sólo jugó el primer partido con el técnico vasco, en Las Palmas), llegó al Valencia en verano pasado por recomendación del entonces entrenador, Nuno Espírito Santo. El técnico portugués puso su nombre encima de la mesa en la reunión de principio de temporada con Rufete y Ayala, que no veían clara la operación por la juventud del brasileño. Danilo pertenecía a Jorge Mendes y Nuno sugirió que sería un buen fichaje para apuntalar la medular y formarlo antes de dar el paso definitivo de quedárselo en propiedad. Su aval era el de ser un jugador promesa, tras ser uno los destacados en el Mundial sub 20 y haber sido nombrado segundo mejor futbolista del Torneo Cotiff de 2014.

Según el contrato al que tuvo acceso Football Leaks, llegó cedido a cambio de 250.000 euros y una opción de compra no obligatoria de 14.750.000 euros que el Valencia deberá decidir si ejerce o no. La documentación filtrada no establece el futuro salario del jugador en caso de que el Valencia ejecute esa opción. El contrato divide sus emolumentos en dos conceptos: un sueldo mensual de 15.000 euros (que suma un total de 180.000 euros) y una prima de contrato de 1.122.000 euros a percibir en dos plazos, de los cuales el Valencia abonó ya el primero el pasado 31 de diciembre y está pendiente de abonar el segundo el próximo 1 de julio.

En total, el Valencia está pendiente de pagar aún 25 millones de euros de parte de los fichajes de Abdennour, Enzo Pérez y Aderlan Santos. En los tres casos, la relación del rendimiento obtenido con el dinero desembolsado no ha sido, de momento, satisfactoria. El defensa tunecino llegó del Mónaco para ocupar la plaza de Otamendi, pero no ha cumplido las expectativas. El domingo pasado quedó otra vez retratado en Getafe con una discreta actuación, tras su gran partido días antes frente al Eibar. De los 21,8 millones de su fichaje, al Valencia le quedan por pagar 10 millones en dos plazos que vencen en junio y en diciembre de este año. Según reveló Football Leaks, el contrato establece una cláusula curiosa: si el Valencia le traspasa por una cantidad superior a 26,8 millones de euros durante el tiempo que dura el contrato, el Mónaco tendrá derecho a a recibir 6,8 millones.

Enzo Pérez vuelve a ser un fijo con Ayestarán. Pero, a sus 30 años, aparece con intermitencia en el equipo por culpa de las lesiones. Un agravante al alto precio de su contratación: 25 millones. Según Football Leaks, el Valencia realizó un primer pago de 8 millones en el momento de la compra. El segundo se abonó el verano pasado y restan otros 8 millones que pagar al Benfica este mes de junio.

Los 9,5 millones que el club pagó por Aderlan Santos son una cantidad desorbitada para los resultados que ha ofrecido. El Valencia lo tiene en la lista de transferibles. En verano firmó por cinco temporadas y la entidad aún debe pagar 6,5 millones en junio y otros 3,5 en 2017.

André Gomes, por su parte, pasó a ser propiedad del club en junio pasado una vez el Valencia pagó 10 millones para adquirirlo en propiedad, tras haber abonado 5 en un primer plazo. El Benfica se guardó un 25 por ciento de un futuro traspaso.