El Valencia CF despidió ayer la temporada de una forma lamentable. Una derrota 0-1 en el último minuto ante la Real Sociedad, que refleja bien a las claras la floja campaña que han realizado. Se esperaba que el equipo de Pako Ayestarán ofreciera una alegría final a su afición, al igual que por ejemplo hizo el Levante UD cuando ya descendido ganó al Atlético de Madrid, pero el Valencia CF volvió a mostrar ayer su peor cara de este año. Estas son algunas de las claves del encuentro:
Es complicado jugar cuando no hay un objetivo deportivo
Es complicado jugar cuando no hay un objetivo concreto. Ayer, el Valencia CF se jugaba una suculenta cantidad económica si lograba la victoria, pero los jugadores no están pendientes de eso. Al futbolista le va más otra motivación deportiva. Por ello, la intensidad con la que ambos conjuntos saltaron al césped de Mestalla no fue la habitual de un partido de Liga en el que alguno de los dos conjuntos se juega un objetivo como, por ejemplo, la clasificación para la Liga de Campeones. Esa falta de intensidad se vio enseguida. Y contagió a los pocos aficionados que ayer se dieron cita en el recinto valencianista para decir adiós a la temporada.
Apatía general y un juego estéril. Sin ocasiones
La primera mitad fue, en lo futbolístico, desangelada. Como el aspecto de la grada de Mestalla. Una pobre entrada que evidencia que no había la ilusión de otros años. El juego de ambos equipos fue insulso y no se disfrutaron de ocasiones de gol. Se tocó en exceso en el centro del campo, como si no se quisiera agredir futbolísticamente al contrario, y se profundizó poco sobre las áreas rivales. Se podría decir que hubo una apatía general y un juego estéril. Y el partido comenzaba ser muy flojo.
La entrada de Sito fue la única alegría de la noche
Por destacar algún aspecto del partido, me quedo con la ilusión que puso el debutante Sito. El chaval salió muy motivado al campo, y enseguida contagió a la afición de Mestalla. Sito mostró un desparpajo y un descaro especial. Su jugada por la banda de la primera mitad, en la que dejó sentados a varios futbolistas de la Real Sociedad, es de esas acciones por las que merece la pena pagar una entrada. A falta de otras cosas, la afición se agarró a la ilusión de la cantera.
La segunda mitad acaba de forma desastrosa
En la segunda mitad, la tónica siguió siendo la misma. Ninguno de los dos equipos creaba ocasiones de gol y, pese a que el Valencia CF tuvo más el balón y disfrutó de la posesión, sólo el ímpetu de Alcácer por contentar y convencer a Del Bosque merecía la pena. Parejo lo intentó, tocó bien en el centro del campo, incluso se atrevió con algún golpeo de balón desde fuera del área. Pero la noche no estaba para alegrías. Porque la peor forma posible de terminar fue lo que sucedió ayer. Cuando la Real, en tiempo de descuento, marcó el tanto de la victoria. Un desastre.
