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Entrevista

Rebecca Todd: "El fútbol libera toda la rabia contenida de los niños refugiados"

El congreso organizado por el Valencia y ONU Mujeres a favor de la igualdad de género en el fútbol ha dado a conocer historias como la de la la entrenadora inglesa, de 27 años, Rebecca Todd

Rebecca Todd: "El fútbol libera toda la rabia contenida de los niños refugiados"

Tengo entendido que ha jugado y entrenado en Inglaterra, Irlanda, España, Malawi, Nueva Zelanda, Perú, Ghana, India, Nepal, Kenia y Colombia. ¿Me he dejado alguno?

(Sonríe). Solo uno. Chile.

Con tanto periplo habrá comprobado si es cierta o no la universalidad del fútbol.

El fútbol es un idioma universal, conecta a la gente en todos los países. No necesitas ni siquiera conocer el país o su cultura. Con el deporte ya te puedes sentir integrado, desarrollar relaciones y ayudar a los niños.

¿El fútbol es una herramienta más eficaz de integración, comparado con otros deportes?

Sí, porque es el deporte más popular del mundo. Y también es un deporte muy accesible. Solo se necesita una pelota y un equipaje sencillo. Las reglas son básicas. A veces no es necesaria ni una pelota. En Ghana he entrenado sin porterías, sin balones, sin nada... pero siguen jugando con botellas, marcando las porterías con piedras. Hacen sus propias pelotas con papel y trapos enrollados en cintas. Les basta para ser felices. Esa experiencia fue una gran inspiración para mí.

Viene ahora de Alemania, donde ha entrenado con niños refugiados sirios. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Sí, niños y niñas de Siria, de Irak, de Afganistán, todos mezclados... Fue todo un desafío, nada fácil, no se pareció a las experiencias en otros países. No hablan inglés, tampoco alemán, yo no hablo árabe... Ellos están recién llegados de guerras, de penurias en su éxodo, psicológicamente están afectados y eso se nota en su fútbol.

¿De qué manera? ¿Juegan de un modo más hostil?

Sí, hay mucha agresividad y violencia. En los campos de refugiados no hay estructuras, disciplina... Sale toda la rabia contenida. Han crecido envueltos de violencia.

¿Y qué pautas les aporta el fútbol a la realidad de su vida?

Les ayuda físicamente, libera su salud. Te sientes más feliz tras el esfuerzo de un partido. Se olvidan los problemas y todo el estrés durante el rato que estás entrenando. Es posible hacer amigos, puedes enseñar aspectos como la disciplina, la resiliencia. Aprendes a ganar y perder. A los refugiados el fútbol les ayuda a entender que formando un equipo puedes lograr objetivos. El significado de la vida es ayudar a la gente con necesidades.

¿Qué otras experiencias le han marcado?

En Colombia, con los niños que viven en la calle, en Cartagena. Barrios peligrosos, pobreza... Trabajé con un grupo de mujeres que fueron víctimas de abusos, con madres solteras muy jóvenes.

¿Cómo se ha abierto paso en un mundo machista como el del fútbol?

He visto mucho machismo en el fútbol. En todos los continentes. Pero poco a poco está cambiando la situación y se eliminan prejuicios. No es un deporte solo de chicos, que es lo que me decían cuando empecé a jugar.

¿Qué le parece la iniciativa del Valencia con ONU Mujeres?

Nunca he visto nada igual en ningún país. Estoy muy agradecida al Valencia con esta experiencia. Nos ha permitido juntarnos con mujeres que trabajan en labores humanitarias con el fútbol como medio. He aprendido mucho del intercambio de experiencias, nos ayudaremos en los distintos proyectos porque este seminario nos ha ayudado a crear una red internacional. El nivel técnico que hemos recibido de los entrenamientos ha sido muy alto.

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