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Entrevista

Jaume Doménech: "A los 10 años daba de comer a 100 vacas y toros y los llevaba a pastar al marjal"

En el larguísimo vuelo a Singapur, Jaume se expresa de manera directa y sincera, como si estuviera jugando

Jaume Doménech, rodeado de niños del barrio donde nació Peter Lim. lázaro de la peña

¿Cómo fue su infancia rodeado de toros y vacas?

Me he criado en un ámbito ganadero, la ganadería Doménech por parte de mi abuelo. A mí me tocaba ir a limpiar pesebres. A los 10 años llevaba un tractor y daba de comer a 100 vacas y toros y me los llevaba a pastar al marjal de Almenara. Ya de crío tenía unos cojones... ante cualquier adversidad, me vengo arriba. Estuvimos en el negocio familiar hasta bien mayores, pero ahora, poco a poco, he perdido la afición. A los cinco años empecé con el fútbol.

¿La valentía le ha traído hasta aquí?

Que nadie me diga que no puedo hacer algo porque lo haré. Hasta la muerte. Las cosas me han costado mucho.

¿Tuvo algún percance con los toros?

Alguna trompada de algún manso tuve, por eso hube de dejarlo, porque si te cogía un toro, ya no podía ir a entrenar.

En su segundo partido en Primer, Hulk le marcó dos goles, el Zenit ganó 1-3 y usted salió a dar la cara, como si nada.

Venía de haber hecho un gran partido contra el Sporting (0-1 en el Molinón), pero somos el Valencia, no podemos regodearnos en la derrota, no podemos perder ni un segundo. Pienso que la afición se merece una explicación y debo transmitirla: tranquilidad, tristeza, alegría... todos tenemos que estar unidos y la masa social es un gran valor.

¿Nota que es uno de los preferidos de la grada?

Lo noto. Cuando he jugado, he tenido un apoyo incondicional. Pero cuando no, Mestalla ha coreado mi nombre. Estoy superorgulloso. Compromiso y sacrificio no me van a faltar.

Sobre todo porque surge casi de la nada.

Jugué dos o tres años en la cantera del Almenara y de allí, con ocho años, pasé a la cantera del Villarreal. Jugué en el Villarreal C y fui convocado un par de veces con el B, pero al final no me renuevan porque no tenían mis objetivos.

¿Tiene antecedentes futbolísticos en la familia?

Ninguno. He tenido que trabajar mucho para llegar donde estoy. Ha sido una carrera muy dura.

¿Cuál es el peor momento?

El verano que me quedo sin equipo hasta que me ficha El Palo de Málaga, de la Tercera División. De allí, invictos, me llaman en diciembre Nico Estévez y Rufete para fichar en el Valencia Mestalla. Hice dos grandes temporadas con el filial y voy convocado 23 veces con el primer equipo hasta que Nuno me hace contrato profesional.

¿Qué le vio Nuno para anteponerlo a Yoel?

Competitividad y compromiso. Me conocía de la temporada anterior y sabe cómo entreno y cómo rindo.

¿Le ha sorprendido haberse adaptado tan rápido a Primera?

Siempre he tenido mucha confianza en mi juego. Los obstáculos me han servido para prepararme. La Primera es increíble: la gente, los estadios... jugar en Mestalla ha sido una locura.

¿Quién le ha ayudado más en los peores momentos?

Otxotorena (preparador de porteros del Valencia), que me ha mantenido en tensión competitiva para estar preparado como si estuviera jugando. Desde el punto de vista psicológico, es el número 1. Te prepara para situaciones antes de que se produzcan. Te da una madurez mental. Quiero agradecer también el apoyo a Javi Fuego, Santi Mina y, a pesar de no ponerme, a Pako Ayestarán, por preocuparse por mi situación.

¿Su mejor partido?

El que le tengo más cariño, el del Sporting en el Molinón; el más completo el de Lyon allí.

¿La mejor parada?

Una a Sergi Enrich en la raya, que pega en el palo. Y otra en una falta de Rochina.

¿Se irá del Valencia si sabe que no va a jugar?

Viniendo de Segunda B, he sido el portero que más ha jugado, con 24 partidos. Los tres hemos jugado a un buen nivel y mi intención es continuar.

¿Cómo se entrena?

Yo entreno como si fuera una final de la Champions: me enfado, grito.... Mis compañeros me piden que frene. Me entreno al límite para jugar al límite.

¿Algún referente?

Palop. Ha ganado la UEFA y la Eurocopa después de haber mantenido una competitividad con Cañizares sin estar jugando y habiendo estado preparado.

Perdió protagonismo al final de la primera vuelta. ¿Bajó su rendimiento?

No estaba siendo tan determinante como lo había sido. No hacía paradas de gol ni penaltis. Por eso fue un poco duro (relegarlo al banquillo), pero muy respetable.

¿Se ha sentido arropado por su pueblo (Almenara)?

Les estaré eternamente agradecido a la gente del pueblo y a la afición por el apoyo en esta primera temporada.

¿Le gustaría que Pako Ayestarán siguiera la próxima temporada?

Sí, nos ha dado unos valores y una idea que no teníamos.

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