«¿Cuándo volvéis a los entrenamientos después de las vacaciones?» «El 4 de julio», responde Pako Ayestarán, ayer en el aeropuerto de Barcelona, nada más aterrizar de Singapur después de 12 horas de vuelo, aunque asegura que esa fecha de regreso al trabajo estaba fijada con antelación, independientemente de su continuidad al frente del equipo o no.

El técnico vasco, de 53 años, no quiso confirmar ayer si Peter Lim, dueño del club, le ha dado luz verde para entrenar al Valencia la próxima temporada tras la visita de seis días a Singapur de una expedición formada por el propio Ayestarán, cinco jugadores (Jaume, Ryan, Javi Fuego, Santi Mina y Alcácer), el delegado, Voro, y el director deportivo, García Pitarch.

Ayestarán ya conoce su futuro, pero tiene órdenes de la propiedad de no desvelarlo. Todo apunta a su renovación. Lo contrario sería un chasco para los empleados de Mestalla. García Pitarch se había adelantado un par de días a la expedición para presentarle a Lim distintas candidaturas para dirigir al equipo. La primera era Ayestarán. El dueño hizo viajar al preparador vasco a Singapur para palpar si es la persona adecuada. Si había «feeling» entre ellos.

Reuniones secretas

Lim ha tenido reniones secretas con él y con los jugadores desplazados para pulsar la opinión de todos. El primer contacto público de Lim con Ayestarán resultó un tanto frío. Fue en la cena en la que se celebraba el 63 aniversario del millonario, rodeado de amigos, de su mujer, Cherie, y su hija, Kim, además de los jugadores y el técnico. Pako compartía la mesa principal, pero apenas cruzaron conversación a pesar de la agilidad del técnico vasco en el manejo del inglés.

Hubo, sin embargo, otros contactos y uno muy cariñoso en el último día de la visita a Singapur. Lim apareció por sorpresa la noche del domingo en el hotel donde estaban cenando los valencianistas antes de dirigirse al aeropuerto para volar a Barcelona. Allí charlaron animadamente Lim y su esposa con el preparador vasco. El dueño sabe que la elección de Pako no sería popular ahora en Valencia, pero quiere evitar dejarse llevar por los vaivenes de la hinchada y mostrar fortaleza en la decisión más importante para el nuevo proyecto. Se la juega en la próxima temporada. Ya sin excusas de herencias recibidas y sin, aparentemente, la losa de su amigo Mendes, que le colocó jugadores de segundo nivel a precios desorbitados.

Los futbolistas invitados a Singapur son muy partidarios de la elección de Ayestarán. Valoran su preparación, la gestión directa del grupo y el haberles dado una idea y unos valores en el mes y medio al frente del grupo, a pesar de que los resultados no han sido brillantes (tres victorias, cuatro derrotas y un empate).

«Que haya sido preparador físico no significa que no pueda ser primer entrenador. Sus entrenamientos son muy buenos y sabe manejar al grupo», cuenta una fuente del vestuario. El técnico brasileño Carlos Alberto Parreira, por ejemplo, fue preparador físico antes de ser campeón del mundo como seleccionador de Brasil en el Mundial de Estados Unidos 1994.