El dueño del Valencia, Peter Lim, busca en los útimos meses interlocutores en el club de Mestalla distintos al expresidente Amadeo Salvo, que fue quien le abrió las puertas del club al primar su oferta sobre las otras en el proceso de venta.

Lim, sin embargo, entiende que Salvo también le perjudicó al levantar unas expectativas desorbitadas (aquello de "la mayor transacción del fútbol mundial"), además de haberle cerrado la comunicación con otros sectores del valencianismo que han identificado a Lim con Salvo durante muchos meses.