Joao Cancelo podría haber sido como el brasileño lateral Thiago Carleto, aquel defensa fichado por Fernando cuya aparición en un partido pesado ante el Málaga casi acaba con la entrada de una unidad de élite de la policía, sacándolo del campo a la fuerza? por su propio bien. Carleto era un gran chico y confesó que guarda bajo siete llaves su camiseta de debut con el Valencia, patrocinada por Valencia Experience; una casaca de culto.
Carleto dijo en su presentación: «Dios me dio como don un disparo muy fuerte». Vista su evolución, un simple cañonero de la liga brasileño cuyo valor en el mercado no supera el millón, parece que las divinidades no fueron excesivamente generosas.
Dios le ha dado a Cancelo más cosas que una espalda muchas veces tomada en vano. He allí el clásico caso del futbolista con apariencia bluff y tanta inexperiencia (apenas había jugado un puñado de partidos B en Portugal) que parecía una temeridad darle el puesto de lateral, incluso contando con que la opción alternativa fuese Barragán.
A Cancelo le habremos dedicado centenares de improperios y si hubiese dependiendo de nuestra opinión, la del militante, habría jugado tan poco que ahora estaría vegetando en el exterior. Otra prueba en la infinita máxima de que el cliente pocas veces tiene la razón.
Joao acarreó alguna que otra tara. Una de ellas jugar más pronto de lo debido. Le llegó la oportunidad de la que el canterano común no suele gozar ni llamándose Jonathan. Toda la ternura que le goteaba a Cancelo por las piernas no fue obstáculo porque evidentemente estaba bien apadrinado. Paradójicamente de ese trato de favor le ha nacido al Valencia un buen futbolista. Sería dramático que una vez pagada la crianza fueran otros los que disfrutaran de su edad adulta.
La otra tara de Cancelo era el 15. Los 15 kilos pagados por una promesa lusa cuyo comportamiento en el campo recordaba al de una gaviota escandalosa. Cuán plasta soy versando al respecto: ese precio era una cacicada porque no lo valía. Incluso las futuribles estrellas tienen un precio justo y no uno desbordado.
Que se pueda llegar a vender por el triple no justificará una operación tan desajustada. Reconozco que en unos campeonatos anabolizados el precio de la materia prima está teniendo poco que ver con el valor de la misma...
Y la tercera tara de Cancelo: definir si es lateral o un lateral en cuarto creciente. Está ´digievolucionando´ en interior, lo que estimula su mejor virtud (su vocación ofensiva), pero le resta capacidad de sorpresa. La habitual disyuntiva en las bandas. El Cancelo interior dándole sorpasso al lateral. Sí, no me he podido resistir usar el palabro ´sorpasso´.
En una temporada destrozada Cancelo consolidó sus trazas de buen jugador. Es un importante del VCF y en este verano hecho prueba de algodón para un proyecto borroso, su continuidad sería una buena noticia.
