Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El borde del área

Euforias y fracasos

Euforias y fracasos

Decía Jorge Valdano en una de las pocas veces en las que he estado de acuerdo con el argentino, que el fútbol es un estado de ánimo. El aficionado futbolero valencianista lo está viviendo estos días. Vive la exageración, la hipérbole y el extremismo en el que fútbol se viene moviendo en los últimos años. Se vive lejos de la mesura, no hay términos medios, ni registros que inviten a la fría reflexión. Es todo o nada. Es arriba o abajo. Sin matices, sin apuntes distintos al discurso troncal que dicte la mayoría. Parte de culpa de esto probablemente tengamos los medios de comunicación que hemos ayudado a la espectacularización del deporte. Hay páginas que llenar todos los días y minutos de radio y de televisión que ocupar. Y cuando esto ocurre, la mezcla de información y opinión „tan necesaria siempre„ puede llevar a la confusión.

Dos ejemplos claros los tenemos en la selección española y en el Valencia. El hecho de contar las cosas no presupone nada. Que España ha comenzado bien la Euro, es un hecho. Que vaya a ganarla sin bajar del autobús, no lo es. Lo que escribí unas líneas antes. Decir que éste es un equipo que arrolla si va todo bien pero que te causa dudas cuando tiene que entrar en juego un plan B, es casi jugártela a que te tilden de anti-español o de forofo localista. Pensar que la lista no ha seguido un mismo criterio a la hora de premiar presencias y que Alcácer tiene mejores carácterísticas que el titular Morata para jugar en este equipo (tras los dos goles del juventino a Turquía), te cuelga la etiqueta de periodista-bufandero a las primeras de cambio. No está bien visto ponerle «peros» a la selección. Bueno, realmente está cada vez peor visto salirse de las versiones oficiales y de las corrientes mayoritarias. En general todos llevamos en nuestro pecado, nuestra correspondiente penitencia.

Es tan innegable que se arrolló a Turquía y que se ha recuperado parte del crédito perdido en Brasil 2014 como que esto no garantiza nada. En la Copa América México apuntaba a lo más alto y a Pizzi lo querían matar los hinchas chilenos. En la semifinal los chilenos le hicieron siete goles a los centroamericanos. Cautela, señores.

En el Valencia parece que vivamos la depresión prefijada ante el inmovilismo. Si bien es cierto que el club lo tiene muy complicado en el mercado, esto no garantiza nada. Cuando peores fueron las expectativas, mayores fueron las alegrías. Es evidente la dificultad para remodelar la plantilla (salidas y entradas), y es excesiva la sentencia de defunción. Contar lo que ocurre no implica obligatoriamente un diagnóstico a futuro. Que ahora no pinte bien, aún no significa nada.

Compartir el artículo

stats