El Valencia ha enviado un requerimiento al ayuntamiento de Riba-roja en el que le reclama el pago de un total de 25 millones en compensación por la anulación del PAI de Porxinos por parte del Tribunal Supremo, en el caso de que el nuevo plan, presentado el pasado mes de marzo, tampoco prospere.

Robert Raga, alcalde de Riba-roja, aseguró ayer a Levante-EMV que el ayuntamiento «está tranquilo porque estamos cumpliendo de forma escrupulosa con todo lo acordado por el anterior equipo de gobierno. Si el anterior PAI se anulaba, el ayuntamiento se comprometía, como así ha sucedido, a acceder a la tramitación de uno nuevo, que es el que está en Conselleria», que todavía no se ha pronunciado sobre el posible impacto ambiental y sobre la viabilidad técnica del proyecto urbanístico. «El Valencia está en su derecho de presentar la reclamación, pero no compartimos la postura. El pago de 25 millones pondría la viabilidad económica del consistorio en riesgo», reclacaba Raga.

El propietario del Valencia, Peter Lim, quiere conservar el derecho al resarcimiento del daño ocasionado por la anulación del PAI, por lo que registró el escrito de responsabilidad patrimonial para el caso en el que el nuevo plan no reciba el beneplácito antes de que finalice el plazo de un año desde que se conoció la sentencia del Supremo „el 17 de junio de 2015„.

La cantidad reclamada por el Valencia es la que el club destinó en su día al ayuntamiento de Riba-roja para cumplir con el acuerdo establecido en el PAI: un total de 25 millones que deberían haber sido destinados para la construcción de un servicio de metro hasta el centro de la población y la construcción de un centro de salud. Unos hitos que el anterior equipo de gobierno del Partido Popular no ejecutó a pesar de haber gastado el dinero. El actual ayuntamiento, integrado por PSPV-EU-Compromís, ha creado una comisión de investigación para esclarecer lo sucedido.