Dejó la comodidad del Valencia CF juvenil para ir a un Elche descendido administrativamente. Fue una decisión muy valiente...

Era una oportunidad para entrar en la élite. Pensé que era el salto adecuado. En el Elche había una inestabilidad tremenda y por algunos momentos se hablaba incluso de su desaparición. Era un proyecto de mucho riesgo porque no había una estructura definida. Ningún jugador quería venir y tuvimos que tirar de inventiva y de credibilidad. Estoy satisfecho de cómo han salido las cosas.

¿Qué ha visto por los campos de Segunda división?

He visto mucha igualdad. Una categoría muy física en la que salvo los filiales, todos los equipos quieren ascender. También es una categoría muy táctica, más de lo que la gente piensa, en la que los partidos se deciden por pequeños detalles.

Después de esta experiencia en el Elche ¿ha acabado ya su proceso de formación como entrenador?

Un entrenador siempre se tiene que estar formando. Es parte del proceso. De mi plan de acción. Yo me formé en el Valencia, que te da unos medios para poder competir, y voy quemando etapas. El tiempo que estuve con Gregorio Manzano en el Atlético me sirvió para darme cuenta de que mi etapa como jugador ya había terminado y de que quería ser entrenador. Y aunque las cosas no salieron bien, la experiencia fue brutal.

¿Cómo se define como entrenador?

Me gusta que mis equipos sean competitivos. De encajar pocos goles. Me gusta que mis jugadores tengan las ideas claras cuando no tienen el balón, la intensidad defensiva necesaria, y por momentos podamos disfrutar el control del partido. Y, claro, también me gusta que cuando tengamos la pelota ataquemos bien. Saber cuáles son tus virtudes y explotarlas. Hay que saber jugar un poco a todo. Pero, por encima de todo, la clave del fútbol está en saber interpretar los partidos.

¿Cuáles han sido sus influencias como técnico?

He mamado de lo que he vivido en el Valencia CF. La seguridad defensiva, el espíritu colectivo... Hoy pocos equipos son dominadores del juego los noventa minutos, por eso hay que saber adaptarte a los futbolistas que tienes. Por eso hablo de la importancia de interpretar los partidos. Me gusta llegar al jugador con el diálogo y no con la imposición.

Me refería más a nivel de entrenadores. ¿Rafa Benítez, quizás?

Está claro que Rafa Benítez marca mucho porque tiene sus bases muy bien definidas. Y tengo una influencia suya. Pero también de Unai Emery, que apostaba más por el fútbol más ofensivo y trataba de desequilibrar por ahí. Luego hay que darle un toque personal. Y a mí me gustaría ser Rubén Baraja.

Muchos de sus compañeros de aquella generación ganadora de 2004 han sido y son entrenadores del Valencia CF como Curro, Mista, Pellegrino...

Hablé con Mista y está contento con la oportunidad que tiene por delante. Entrenar al Valencia siempre te da un plus. Curro realizó un buen trabajo en el filial...

Ellos siguen en Mestalla. ¿Por qué se fue del juvenil del Valencia CF?

Cada uno al final tiene sus pensamientos. A mí me gusta apostar fuerte en cuanto a mi trabajo y mi capacidad. Yo pensé que salir del juvenil del Valencia CF me daba otras expectativas. Era razonable pensar en mejorar y hacerse un hueco en el fútbol profesional. Salir del juvenil era dar un paso adelante. Pero el Valencia CF es mi casa y siempre le estaré muy agradecido.

Ya es la segunda vez que sale de Mestalla. En su etapa de jugador lo hizo a hombros, pero recuerdo que no se fue muy contento con el club.

La despedida como jugador fue inolvidable y me quedo con el cariño de los compañeros y el trato de la afición de Mestalla. Luego, las formas del club, de comunicármelo, no fueron las adecuadas. Pero me gustaría resaltar que hay muchos jugadores que han dado mucho al Valencia CF y que no salieron de esa forma. No está al alcance de todo el mundo.

¿Se arrepintió de colgar las botas ta pronto?

No. Nunca. Tomé la decisión totalmente convencido. Terminar mi carrera deportiva en el Valencia CF era todo un lujo. Tenía varias opciones de continuar, pero preferí quedarme con el recuerdo de retirarme en lo más alto. Me obsesionaba mucho saber cuándo debía retirarme, y creo que acerté.

¿Recuerda su llegada a Mestalla?

Si, claro. Llegué con apenas 45 jugados en Primera división. Venía de Segunda división y el Atlético quería que siguiera. Pero el Valencia CF era el subcampeón de Europa. Javier Subirats apostó fuerte por mi fichaje. En aquel momento era el fichaje más caro en la historia del club y tenía una responsabilidad enorme.

¿Cómo se explica que después de haber perdido la segunda final de la Champions el equipo quedara campeón de Liga?

El Valencia CF tenía una buena estructura deportiva y gente preparada para tomar decisiones. El club podía estar tranquilo. En aquel momento, e independientemente de los líos que había a nivel social, se decidió apostar por Rafa Benítez y se alcanzó una etapa brillante. Sin esa estructura deportiva, el Valencia CF es vulnerable.

Más que ganar la primera Liga, lo complicado fue superarse y alcanzar el doblete histórico en 2004

Hay muchos equipos que han ganado una liga de forma aislada, como el Atlético o el Deportivo, pero que no han tenido continuidad. La confianza en el equipo de trabajo y la estabilidad deportiva nos dio el éxito.

¿Cómo se explica que todo aquello se quemara como una falla en poco tiempo?

Llegó Ranieri y no tuvo suerte, Subirats fichó a Quique y se recuperaron los valores perdidos y la dinámica ganadora. Tuvimos dos años buenos. Pero luego con Koeman se resquebrajo mucho todo y hubo una división interna.

Pero ese año se ganó el último título...

Siempre que se consigue un título, el año debe ser bueno. Llevamos ocho años sin ganar nada, ni acercarnos a tocar el metal. Pero ese año fue muy complicado porque casi bajamos a Segunda.

¿Se arrepintió de no haber celebrado la Copa del Rey de 2008 con la afición?

Por el respeto y por la responsabilidad que supone la camiseta del Valencia CF creíamos que era mejor no celebrarlo. Estábamos a tres puntos del descenso. En Bilbao nos metieron cinco.... y la situación era catastrófica. Fue una decisión impopular, pero había otras cosas en juego. Con el paso del tiempo creo que la gente lo habrá entendido.

¿Qué pasó realmente ese año en el vestuario?

Había mucha división e inestabilidad. A mí me recordaba al año del descenso con el Atlético. Apartaron a tres compañeros (Albelda, Cañizares y Angulo) y a mí no me gustaba era decisión. Pero una de mis grandes virtudes es que si hay que dar un paso delante, me pongo. El club tenía que seguir compitiendo y el momento era muy delicado. Yo cogí la capitanía y cuando acabó la temporada renuncié al brazalete.

¿El tiempo ha cicatrizado viejas heridas?

Yo no tomé ninguna de aquellas decisiones y se vio en mi despedida, el tiempo pone a cada uno en su sitio. Viví una despedida apoteósica.

¿Cómo ve al Valencia ?

Ahora está intentado recuperar con García Pitarch su estructura deportiva. Lo que debe ser un club como el Valencia CF. Del estilo y del perfil de los jugadores que tiene que fichar. Que vengan con hambre y como si fuera su mejor oportunidad. Que vengan jugadores del nivel 6 o 7 para hacerse un 8 o 9 aquí en el Valencia. Y que no se tenga miedo a tomar decisiones impopulares en las ventas de jugadores. Pero eso lleva un tiempo.