El Valencia no será «unpleasant» „desagradable„ en el trato con los diez futbolistas descartados en la primera plantilla y a los que, de momento, no encuentra un destino. Esa es la palabra en inglés utilizada desde el club para trazar que se optará por la persuasión para «hacer entender» a los jugadores que no entran en los planes de Pako Ayestarán que la mejor alternativa es una salida de la entidad.

Por tanto, las medidas de fuerza o de intimidación que los clubes llegan a recurrir para forzar el traspaso de futbolistas en nómina no se llevarán a cabo. La plantilla que regrese al trabajo el próximo lunes en la ciudad deportiva lo hará en igualdad de derechos. No se hostigará a nadie y quedan descartadas vías como que se extienda el periodo vacacional de algunos futbolistas o se les impida entrenar. No obstante, la irrupción de treinta jugadores „entre los que cuentan, los descartes, los canteranos a prueba o el regreso de cedidos„ obligará a Ayestarán a dividir grupos de trabajo. Cabe recordar que el Valencia busca una salida, ya sea por expectativas económicas o decisiones deportivas, a Diego Alves, Yoel, Barragán, Orban, Abdennour, Aderlan Santos, Enzo Pérez, De Paul, Piatti y Negredo.

Entre los casos que más preocupan sobresale el de Álvaro Negredo. Su situación es la más compleja por el dinero que se invirtió en su fichaje, por el salario que percibe (más de tres millones de euros limpios al año), por la dificultad de encontrar un club al que le encajen esas condiciones (el Milan no pudo asumirlas) y por las reticencias del atacante vallecano para aceptar las primeras propuestas serias que han llegado al club, procedentes del emergente mercado chino. Ofertas que el futbolista, por razones familiares, ha declinado.

El futuro de Negredo tapona parte del resto de la planificación, ya que su marcha daría margen financiero para fichar y también para replantear las exigencias económicas en otros casos de futbolistas con mercado. Algunos ejecutivos reconocen que las deficiencias en la elaboración del equipo de la pasada campaña supone una losa que tiene al club atado. De momento, en el Valencia impera calma, paciencia y persistencia asiáticas en este asunto. La fecha de la presentación oficial en Mestalla, el 13 de agosto ante la Fiorentina, el termómetro que medirá la opinión del aficionado, queda relativamente lejos.