El sueldo de Martín Montoya es el único impedimento que de momento ralentiza el pase del lateral del Barcelona al Valencia. El acuerdo entre clubes está pactado. Se dialogó sobre una cesión con opción de compra, pero finalmente el jugador abandonará el Barcelona con la carta de libertad para firmar por cuatro años con los de Mestalla. Una fórmula que permitirá al Valencia salvar la barrera del «juego limpio financiero». Ayer sólo se debatía una última cuestión, una ficha que es prohibitiva para las posibilidades del Valencia: 2’5 millones de euros limpios al año. Una cifra que lo colocaría como uno de los mejor pagados del club. La predisposición para llegar a un acuerdo por parte del futbolista es alta y se confía en llegar a una solución en cuestión de horas. Montoya esperaba noticias ayer subido a una bici estática. No saltó a entrenar con sus compañeros en la concentración de Inglaterra ante el avanzado estado de las negociaciones.

La operación, de rematarse, satisface a todas las partes. Luis Enrique, técnico culé, se deshará de un futbolista con el que no cuenta y el Valencia cubrirá una posición coja tras la marcha de Antonio Barragán, para dar competencia a Joao Cancelo.

Los seis meses que Montoya ha pasado cedido en el Betis han sido una buena prueba de su capacidad. En Heliópolis, el canterano barcelonista ha recuperado las sensaciones positivas. Disputó todos los partidos, 13, como titular en Liga desde su llegada como cedido al equipo verdiblanco y solo fue sustituido en uno de ellos. Su debut con el Betis, precisamente ante el Valencia, ya fue una buena carta de presentación. Su nivel en aquel encuentro (1-0 para los locales) fue alto y además de sus incorporaciones al ataque supo frenar con solvencia las acometidas de Cheryshev, entonces en un gran momento de forma. Algunas de sus estadísticas son llamativas, como ser el jugador bético con una media de pases completados más alta, por encima de futbolistas creativos como Ceballos. Además, se mostró como un jugador polivalente para jugar en ambas bandas. Un factor interesante ante las lesiones crónicas que afectan a Siqueira. Revitalizado en el Betis, el gran reto de Montoya en Mestalla sería confirmarse como un futbolista que cuaje en uno de los teóricos grandes. Su paso por el Barça y por el Inter ha sido casi inédito. En el equipo catalán, en el que entró con 8 años, ha participado en 65 de los 234 partidos disputados por el Barça. Su periplo en el Inter fue todo un ostracismo. Llegó el verano pasado en préstamo desde el Barcelona y en diciembre no había debutado aún. Mancini solo lo utilizó en tres partidos y antes decidió apostar por Telles, Santon, Nagatomo y D’Ambrosio. Fue devuelto en el mercado de invierno.

El mensaje en Instagram de Mina al interés del FC Barcelona

Las relaciones entre el Barcelona y el Valencia son fluidas y también ha sonado el nombre de Santi Mina. El delantero valencianista es una de las debilidades confesas de Luis Enrique. El equipo catalán busca un atacante para oxigenar en minutos a Messi, Neymar y Luis Suárez, y Santi Mina encaja. Luis Enrique lo tuvo a sus órdenes en la campaña 2013-14, con apenas 17 años, y le hizo jugar 29 partidos. No se sabe si conscientemente, pero el jugador, coincidiendo con los rumores, colgó ayer un video en Instagram de su gol al Barça en Mestalla el pasado mes de diciembre junto a un mensaje: «Este año más, Paco Alcácer». Curiosamente, otro gol de Mina edificó en la segunda vuelta el triunfo ante el Barça en el Camp Nou.