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La soledad de Parejo

El excapitán no tiene quien le escriba

La marcha de Barragán, Piatti y Negredo ha dejado a Parejo sin aliados en el vestuario

Parejo corre en solitario ante la mirada de Alves. ignacio hernández/sd

Carrera continúa en solitario bajo la lluvia. Así pasan los días de Dani Parejo en la concentración de Marlow. La polémica en torno a su futuro ha erosionado la relación del centrocampista madrileño no solo con el club, a nivel institucional, sino también en la convivencia interna con los compañeros de equipos. El desgaste es evidente. La realidad es que Parejo está cada vez más solo en el equipo.

Ayer, de nuevo, se repitió la historia, como un guión predecible. El grupo saltaba a entrenar pocos minutos después de las 10 horas, tras un calentamiento previo en el gimnasio. Parejo ya asumía cuál iba a ser su rol secundario en la sesión con una breve conversación con el preparador físico José Viela.

-¿Cuánto tiempo estoy corriendo?

-Ahora te digo.

-Entonces. ¿Lo de siempre?

-Sí.

Y a correr. Poca comunicación más hubo entre el jugador y el cuerpo técnico en la sesión. El primer consuelo lo encontró Parejo con el saludo de un viejo conocido, Phil Senderos. El central suizo, exvalencianista y ahora sin equipo, dio ánimos al de Coslada.

Varios factores han intervenido en la sensación de aislamiento que vive Parejo esta pretemporada. Su actitud en los entrenamientos antes de ser apartado, decididamente fría y apática, le ha distanciado de sus compañeros, con los que apenas se le ve hablar en los entrenamientos o en los ratos libres en el hotel. Las únicas conversaciones, al menos públicas, en las que se le ha visto interactuar, han sido con jugadores con una influencia menor en la jerarquía del vestuario, como Mat Ryan. Varios de los pesos fuertes del equipo han recelado de la conducta de Parejo, y más porque por su posición en el equipo, deportiva pero también económica „es el que más cobra del plantel„, debería ser un referente para el resto de compañeros. Esta vez no se ha generado en el equipo la corriente de solidaridad que suele producirse cuando un compañero o es apartado, trata de reivindicar sus derechos o quiere forzar una salida.

Otro factor a considerar es el cambio en la correlación de fuerzas del primer equipo. Parejo ha visto como en pocas semanas se han ido del Valencia varios de sus mejores amigos en el vestuario, caso de Álvaro Negredo, Pablo Piatti y sobre todo Antonio Barragán, que en estos momentos delicados habrían sido un punto de apoyo.

El Valencia se cubre las espaldas

Por otro lado, en todo este caso el Valencia se ha cubierto las espaldas desde el punto de vista legal. No habría, en principio, ninguna fricción en la que pudiera haber una reclamación de la AFE, el sindicato de los jugadores. Al jugador no se le ha abierto ningún expediente disciplinario ni se le ha privado de sus derechos a la hora de entrenar con el equipo. La única diferencia es que debe realizar otros ejercicios diferentes a los que hace resto, porque así lo considera en el ejercicio de sus funciones Pako Ayestarán. El tiempo de Parejo en el Valencia se ha acabado. Hoy no jugará ante el Bournemouth ni el sábado contra el Crystal Palace. El reloj de arena se consume con una fecha límite: la presentación (plebiscito) del 13 de agosto en Mestalla ante la Fiorentina.

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