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El borde del área

¿Qué me ofreces?

¿Qué me ofreces?

Hay veces que la vida te pone en precario. Quien más, quien menos ha pasado alguna vez por ahí. No es ni bueno, ni malo. Todo depende de cómo lo afrontes. Puedes recrearte en tu glorioso pasado (en valenciano «bufar en caldo gelat»), o puedes ser más pragmático y ponerte a analizar las causas. Bien para resurgir, pero fundamentalmente para recuperarte del golpe.

A día de hoy el Valencia está un poco igual. Valga por delante el hecho de nunca me dejé guiar por la espectacularidad u oscuridad que pueden marcar los resultados en una pretemporada. Quien ejerce esta profesión debe superar ese primer filtro básico para emitir un veredicto. La profundidad del análisis debe tener mayor calado.

Una cosa es el papelón ante un equipo como el Crystal Palace (más vulgar que un obispo eructando en misa) y otra los derivados de la pretemporada del equipo a falta de una semana para presentarte ante tu público, y a dos de comenzar el campeonato.

¿Qué le puede ofrecer el Valencia CF a sus aficionados a quince días de comenzar el campeonato? Miren, no sabrían decirles a ciencia cierta.

Y esa duda está más basada en constantes vitales que se extraen de la pretemporada más allá que en la de los resultados.

A saber: me preocupa no haber dejado a cero en un sólo partido de pretemporada la portería. Ni ante el Feyenoord, ni ante el Ilves Tampere.

Me preocupa no tener un esbozo mínimamente reconocible de equipo. Nada que se pueda acercar a un boceto de once para comenzar a batirte el cobre en dos semanas.

No sé ni siquiera que dos centrales van a coger las riendas de esa línea defensiva próxima al derribo. No se si Mustafi y Abdennour están más pensando en echar el cerrojo y demostrar el sueldo que cobran, o si por el contrario están pensando en agarrar el primer avión que salga de Valencia camino de Londres o de cualquier otra latitud. En el caso de Aderllan Santos no sé si están pensando, punto.

En cuanto al resto del grupo, no sé explicar a qué juega este Valencia. Hasta el del primer año del denostado Nuno era mínimamente reconocible. Yo ahora no sé explicar cuáles van a ser las señas de identidad de este equipo. Ojalá se estén cocinando al fuego exacto para comenzar a ganar partidos. Pero a día de hoy, no las veo.

Y también me preocupa que arriba sólo aparezca Paco Alcácer como delantero nato y visible. Pero por bueno que sea Paco (que no es bueno, es buenísimo), no puede hacer 50 goles por temporada (si quitan a Messi a CR7), nadie más los puede hacer. También hace falta compañía arriba para el de Torrent. Y sobre todo, la línea de descomposición que se vio ante el Crystal Palace me recuerda a la temporada pasada. Y eso me asusta, mucho.

Así que la reconstrucción debe de ir en marcha. No me cabe duda del entusiasmo de Pako Ayestarán y su cuerpo técnico. Pero la pregunta sigue siendo la misma: a día de hoy ¿qué tiene el Valencia que ofrecer?

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