Phil Neville se deshace en elogios a Alex Ferguson, el director técnico del Manchester United desde 1986 hasta 2013. No en vano le considera un segundo padre al que le sigue pidiendo consejo.

Usted pertenece a una generación de grandes futbolistas ingleses. Vaya hornada con Beckham, Giggs, Scholes, su hermano...

Mi generación fue muy buena, la verdad. Además de compañeros también son amigos. Beckham, Scholes, Giggs... seguimos teniendo contacto. Con algunos compramos un club, un hotel, vamos de vacaciones juntos y hablamos casi todos los días. Los niños también son amigos, juegan juntos. Somos como una familia. Ganamos la Champions, ligas, la selección... Lo importante era la camaradería que existía, nos llevábamos bien tanto dentro como fuera de campo. Y eso es algo que también se lo debemos a Ferguson. Fue una época muy especial.

Ferguson lo ha sido todo en la historia reciente del Manchester United, no se puede entender los éxitos del club sin su figura.

Es como un padre para mí. Me ayudó mucho, no solo en lo deportivo sino también en lo personal. Cuando subí al primer equipo del Manchester United comencé a ganar más dinero. Lo primero que pensé fue en comprarme un coche, cuando se lo dije me contestó que el dinero era para mis padres. Yo le pregunté: ¿todo? Todo, me contestó. Y eso fue lo que hice.

Ferguson lo controlaba todo, ¿no?

Es verdad eso que dice de que no se puede entender el Manchester United sin Ferguson. Él lo controlaba todo, es un hombre muy profesional, un genio. Siempre se ha ocupado de la parte humana del jugador: orientarle, darle buenos consejos pero también era muy exigente. Cuando tenía 16 años yo y mis compañeros limpiábamos el vestuario, los coches. Cuando he de tomar una decisión importante siempre le consulto y le hago caso.

Creció en Bury, es un municipio del área metropolitana de Manchester.

Sí, me imprimió carácter. En una población con gente modesta, obrera. Casas pequeñas, nada que ver con las de ahora. Los jóvenes de aquella época vivíamos de otra manera. Scholes, por ejemplo, vivía en una casa muy pequeña. Ahora los niños tienen de todo, buena ropa, juguetes, material para hacer deporte... Era otra época.