A Medrán, cordobés de 22 años, no se le puede quitar la sonrisa de la cara, feliz de haber cambiado un equipo descendido (Getafe) por otro con aspiraciones de volver a Europa. Ha entrado con buen pie, además, en el Valencia, donde se siente el niño mimado después de una pretemporada notable como volante de creación. «Es muy fácil entenderse con Dani (Parejo) y con Enzo (Pérez)», dice tras el entrenamiento de ayer en Paterna, en referencia a sus dos compañeros en la medular. La llegada, el pasado martes, de Mario Suárez, para darle un respiro a Enzo Pérez como mediocentro defensivo, apuntala una línea que se presenta como la más reforzada de la plantilla respecto a la temporada pasada. El ascenso al primer equipo de Carlos Soler, un canterano con una enorme proyección, alimenta la impresión de que la medular está bien cubierta.

El Valencia se ha deshecho de André Gomes (traspasado al Barça por 35 millones), Javi Fuego (al Espanyol por un millón) y Piatti (cedido al Espanyol), y ha incorporado a Medrán (1,5 millones al Madrid), a Mario Suárez (cedido del Watford) y a Nani (8,5 millones al Fenerbace). Medrán viene a hacer las funciones de André, Mario Suárez ocupa el sitio de Javi Fuego y Nani suplirá la marcha de Piatti, muy criticado en su última fase en Mestalla.

El cambio de cromos coincide a su vez con el protagonismo en esta pretemporada de Enzo Pérez, a quien el entrenador, Pako Ayestarán, le ha concedido los galones del liderazgo para ocupar el espacio dejado tras la marcha de Javi Fuego y de Negredo. Ayer, incluso, salió a hablar ante los medios de comunicación tras la visita de la plantilla a la Basílica de la Mare de Déu dels Desamparats, en Valencia, «una tradición muy linda», según el mediocentro argentino del equipo, de 30 años.

La incógnita de Alcácer

A continuación, la plantilla se reunió ayer en torno a un asado en Paterna en busca de un poco de tranquilidad. La pretemporada ha sido sinónimo de inestabilidad. El equipo busca la armonía en medio de la convulsión de las altas (cuatro hata ahora) y de las bajas (seis). A falta de tres días para el arranque de la Liga, el lunes ante la UD Las Palmas en Mestalla (22.00), el director deportivo, Jesús García Pitarch, todavía tiene tareas por delante. Le queda reforzar sobre todo la parte central de la defensa, la línea más débil, ya que los laterales parecen bien cubiertos con la incorporación de Montoya como lateral derecho y el ascenso de Lato para el lateral izquierdo. El mercado de fichajes se cierra el 31 de agosto. En la rampa de salida está el portero brasileño Diego Alves, por quien se han interesado tanto el Barça como el Sevilla. Alves saldrá seguro. Solo falta saber el destino.

La incógnita está en la delantera y si el dueño del club, Peter Lim, se atreverá o no a traspasar a Paco Alcácer al Barça, tal y como acordó la pasada semana, antes de ser frenado por la presidenta, Layhoon Chan, y por el propio director deportivo. Ayestarán agradecería la llegada de un atacante que pudiera competir con Alcácer, el único 9 de la primera plantilla. Pero ni siquiera su continuidad está asegurada.

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Rivales propicios

Ausente este curso de las competiciones europeas, el Valencia tendrá tiempo para centrarse en la Liga, cuyos primeros rivales parecen propicios para marcar el paso. De los cinco primeros partidos, solo uno, el Athletic en la cuarta jornada en San Mamés,dispone del potencial en la plantilla del Valencia. Frente al resto, Las Palmas, Betis, Eibar y Alavés, el conjunto de Pako Ayestará tendrá la oportunida de poner en práctica ese fútbol «proactivo» que tanto ha trabajado el entrenador vasco.