Fin del culebrón de las últimas semanas. Y con final feliz para todos. Ayer, Paco Alcácer pidió al Valencia CF ser traspasado el FC Barcelona. Era una condición indispensable para que el club de Mestalla accediera a la pretensión del delantero: la presidenta Layhoon había comprometido su palabra ante cientos de peñistas reunidos en Alzira hace dos semanas. La mandataria había expresado públicamente que el Valencia CF no pensaba traspasar a Alcácer. Así que lo primero que tenía que hacer el jugador de Torrent era pedir al club que quería irse a la entidad azulgrana y, de esta manera, Layhoon siempre podría aducir que no podía ir en contra de la voluntad de Alcácer. Todos contentos.

Pero para que el Valencia haya dado el sí a la operación antes ha habido un intenso trabajo de despachos y de mesa de restaurante. Por una parte un pacto entre el propietario Peter Lim y el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, acuerdo que es verbal y que ahora se plasmará en un documento escrito. Layhoon y el director deportivo, Jesús García Pitarch, se han opuesto desde el principio a la marcha de Alcácer por diferentes motivos. Por su parte, Layhoon había manifestado en la convención de peñas que la intención del club era hacer oídos sordos a las intenciones del FC Barcelona y traspasar al jugador, evidentemente, le dejaba en una posición delicada. Además, la singapuresa desde hace meses pretende cuidar al máximo cualquier detalle que suponga que el consejo de administración que preside está enraizado en la sociedad valenciana y considera que Alcácer es uno de esos activos que quiere potenciar: jugadores valencianos, de la casa y comprometidos, algo que el de Torrent encarnaba a la perfección.

Mientras, García Pitarch abanderaba una posición más deportiva: la marcha de Alcácer debilitaba aún más una plantilla que no se puede permitir el lujo de perder un jugador que, además de ser enseña valencianista, aporta goles y es un referente en el vestuario.

Pako Ayestarán también era firme partidario de su continuidad en en el plantel. Todavía permanece en las retinas la imagen del técnico vasco mimando a Alcácer en el viaje del Valencia CF a Singapur al que se desplazó después de que el entonces seleccionador Vicente del Bosque asestara un duro golpe anímico al prescindir de él para la Eurocopa de Francia.

Lim desoye a Layhoon y Pitarch

Pero la última palabra la tiene Peter Lim y el dueño del club lo tiene claro desde hace semanas vender y por eso accedió a negociar con el FC Barcelona. Lim no ha tenido en cuenta la petición de Layhoon y García Pitarch. Él decide que para eso es el que manda.

En esa negociación, el precio del traspaso se ha fijado en 30 millones de euros y las cesiones de Samper y Munir. La llegada del centrocampista y el delantero culés, sin embargo, ahora no está tan clara porque el Granada y el Celta de Vigo parece que han ido trabajando para incorporarlos,también a préstamo, a sus filas.

También ha sido importante lo que le ha prometido el FC barcelona a Alcácer para convencerlo. El club azulgrana ha realizado una labor psicológica haciéndole ver que en allí tiene más posibilidades de marcar goles, de compartir vestuario con Messi, Neymar y Luis Suárez y que podrá jugar la Champions League.

Vital la voluntad del jugador

Como también ha sido vital la voluntad de Alcácer de abandonar el Valencia CF. El ariete de Torrent no estaba a gusto como se pudo ver en el partido del pasado lunes ante la UD Las Palmas: no anduvo fino y parecía que no estaba centrado. Está claro que todo lo que ha pasado en las últimas semanas le ha pasado factura. Tampoco ha podido lidiar la presión ejercida para que declarara públicamente si quería quedarse o irse al FC Barcelona.